La bestia de Alonso en Le Mans: un Toyota de 1.000 caballos
Los dos motores del TS050, el V6 de 2.4 litros y híbrido de 8MJ, generan la mitad de la potencia cada uno. Este año, es el único LMP1 oficial.
2018 será el año más concurrido de la historia en la trayectoria de Fernando Alonso. Combinará la Fórmula 1 con McLaren y el Mundial de Resistencia con Toyota. Está por ver el efecto que surtirá la llegada de Renault al monoplaza de Woking, pero de lo que puede estar seguro el asturiano es que cuando se suba al prototipo de la marca japonesa tendrá entre sus manos un coche ganador: una verdadera bestia de 1.000 caballos de potencia que ganó cinco de las nueve carreras de la pasada temporada del WEC.
El TS050 HYBRID de Toyota tiene un tren motriz compuesto por un motor de gasolina V6 de inyección directa de 2.4 litros y un doble turbo combinado con un sistema híbrido de 8MJ. Ambas partes se encargan de desarrollar 500 caballos cada una para alcanzar el total de 1.000. La parte eléctrica es capaz de generar tanta potencia gracias a una batería de iones de litio de alta potencia que almacena la energía que se produce en las frenadas y que procede de los generadores que se sitúan en la parte delantera y trasera del coche.
Aún tienen que presentarse las novedades técnicas del bólido japonés para esta temporada, pero sus prestaciones serán la base del que pilotará Alonso. Además, habrá que contar con el diseño actualizado que tendrá el chasis de fibra de carbono y que tenía las siguientes medidas: 4.650 mm de largo, 1.900 mm de ancho y 1.050 mm. El TS050 será el único LMP1 oficial de la categoría este año tras la salida de Audi y Porsche del WEC, el resto serán equipos privados, por lo que las opciones de victoria del equipo de Fernando son de lo más elevadas.