Maverick lidera el test con la M1 de 2016, lo que lía más al piloto
Carrera MotoGP Jerez: GP de España
A veces cuantas más dudas tienes para elegir los elementos se alinean para complicarte aún más la decisión. Yamaha ha terminado el año dando bandazos tras continuos cambios y modificaciones en la M1 hasta el punto de disputar la última carrera del año con el chasis de 2016, la moto con la que Maverick resultó insuperable en la pretemporada de la pasada temporada y en las dos primeras citas del Mundial.
En la primera jornada de los test de Cheste ha sido el mejor en la tabla de tiempos con esa montura y motor de 2017, la misma con la que disputó el GP de Valencia, lo que le carga de razón... y le lía un poco más ya que no se entiende entonces que sólo pudiera ser 12º. Justo detrás, a dos décimas, ha quedado el satélite Zarco al manillar del chasis Yamaha de 2017, del que ha dicho: "Esta moto es más fácil de pilotar, es como jugar con ella y controlo más la frenada".
Más dudas y situaciones difíciles de entender para la fábrica de Iwata que pronto tendrá que elegir el camino a seguir para crear la base definitiva para 2018, como ha asegurado Rossi, que acabó cuarto el día tras empezarlo destrozando su moto contra las protecciones. Todos los pilotos Yamaha trabajaron duro y como muestra decir que Maverick, que uso también la moto de 2017 y el nuevo carenado alado, con 80 vueltas fue el que más dio, diez más que el campeón Márquez que intercaló su Honda, esta sí la de 2018, entre las motos Yamaha.
El piloto del Repsol Honda empezó la jornada salvando una caída segura, guión habitual este año en el ilerdense, y finalizó tercero a 0.312 de Maverick. Tras los cuatro primeros quedaron Miller, Aleix Espargaró, Dovizioso, Lorenzo, Pol y Crutchlow para cerrar el 'top ten'. Los dos oficiales de Ducati usaron la moto de 2017 pero con piezas ya de 2018, una especia de 17.5
Respecto a las caídas, destacar tres. La de Rossi sin lesiones y M1 destrozada; la de Bautista que le llevó al hospital y que quedó en una fuerte contusión lumbar pero sin fracturas; y la del checo Abraham ya en las postrimerías que dejó su Ducati lista para el desguace. Mañana, segunda y última jornada de test en la que habrá que ver si los pilotos de Suzuki, Iannone y Rins, están mejor de su virus estomacal y pueden ser de la partida.