Luca Marini, hermano de Rossi y ¿promesa de campeón como él?

Los hay que nacen con presión. Pertenecer a una familia de reputado nombre es un privilegio, pero también una responsabilidad, sobre todo si te dedicas a lo mismo que la persona que ha dado enjundia a tu clan. Hablando de carreras, ahí tenemos a tantos pilotos de automovilismo con apellidos ilustres, como Mick Schumacher, sobre los que hay una gran expectación. En el mundo del motociclismo también sobran los ejemplos, ahí están los Márquez, pero esta semana está de moda uno, el de Luca Marini.

Él no tiene la presión de un apellido, pero sí la de la sangre, la que comparte con una de las leyendas vivas más importantes no solo del mundo de las dos ruedas, sino del deporte en su totalidad: Valentino Rossi. Hijos de una misma madre, Stefania Palma, ambos viajan por el mundo en el paddock del Mundial, uno lo lleva haciendo 21 años encadenando éxitos y otro acaba de empezar con su segunda temporada completa en Moto2. Ahora son noticia porque el mayor acogerá al pequeño en su equipo en 2018.

Valentino, cuidando de la carrera de Luca, velando por los éxitos de su hermano. Un sueño cumplido para su madre, pero ¿promete Marini ser un campeón aunque sea mínimamente parecido a Rossi? Para hacernos una idea vamos a comparar la trayectoria de ambos hasta la edad que tiene el piloto que correrá en el Sky Racing Team VR46 en Moto2 el año que viene: 20 años. Antes de llegar al Mundial, Valentino, después de cambiar los karts por las motos, ganó dos certámenes en Italia (Sport Production y el Nacional de 125cc) y Luca, uno (MiniGP 80).

Con 17 años, El Doctor da el salto a la cilindrada pequeña del Mundial y lo hace demostrando dotes de piloto especial desde el principio. Tardó diez carreras en subir al podio y una más en ganar. Al año siguiente arrasaría: 11 victorias en 14 pruebas para levantar el primero de sus nueve títulos con la mayoría de edad recién cumplida. En 1998 dio el salto a 250cc y tras un año de adaptación con cinco victorias, logró su segunda corona con 20 años, los mismos que tiene su hermano ahora. 9 triunfos le hicieron imparable.

A falta de cinco carreras para terminar su segundo año completo en Moto2, categoría a la que tuvo que dar el salto pronto por su alta estatura 184 cm, Marini aún no sabe lo que es ganar en el Mundial, de hecho no ha probado ni en el champán del podio. Debutó en Moto3 en 2013 con 16 años, más joven que Rossi, pero solo fue para una carrera que ni acabó. Disputó otra en 2015 en Moto2 antes dar el salto definitivo a la parrilla, donde ha conseguido un cuarto como mejor puesto (este año en Brno). Misma sangre, diferentes caminos, ¿logrará Marini cambiar la tendencia?