FÓRMULA 1
Vettel también manda en Monza
El alemán destroza los tiempos en los ensayos del viernes en la pista transalpina y asusta a sus rivales, aunque en Ferrari todavía confían en mejorar. Fernando Alonso, quinto.
"Ah, no, no he venido desde Venezuela para ver ganar a Vettel". Vestida con una camiseta con la bandera de su país y un cavallino rampante en el pecho, esta aficionada de Isla Margarita no podía ocultar su decepción. Los entrenamientos del viernes habían terminado y en lo más alto de la tabla un nombre que parece permanente en ese lugar: Sebastian Vettel. El alemán voló, destrozó al resto. Sí, también en Monza. Mientras sus rivales se acogen a la duda, a lo que pueda pasar en el porvenir más cercano. "Las sensaciones que tengo son las de cualquier viernes, ni contento ni decepcionado con nuestro rendimiento, tendremos que esperar para hacernos una imagen real", decía Alonso poco antes de reconocer que Red Bull está muy fuerte. Sí, también Red Bull en la pista italiana.
Mejores tiempos del día
El objetivo de los energéticos parece evidente: destrozar la esperanza. Vettel ha cambiado, ahora anda seguro, erguido, con sus gafas de sol de colores y el pelo amarillo. Se siente el jefe. Y lo demuestra cada vez que puede. Casi siempre. En Monza, la casa de Ferrari, circuito en el que la carga aerodinámica es menos decisiva, mucho menos, que en otros, donde la velocidad media ronda los 254 km/h y se superan los 320 en cuatro rectas, se esperaba que el Ferrari fuera mejor que los demás, que Red Bull diera un paso atrás. Pero no. Al menos no con Vettel, al menos no según se ha visto en los ensayos del viernes.
El tricampeón, ayudado por un nuevo alerón del maestro Newey, tuvo además el mejor ritmo de carrera con diferencia sobre el resto, después se situó Alonso y el Lotus de Raikkonen, pero ambos lejos de Seb. Dicen que puede llover en la carrera. Los truenos y el agua, la esperanza. Sí, también en Monza..