Camino a F1 2020: Codemasters a través de la Fórmula 1

Actualmente es difícil imaginar un videojuego licenciado por la Fórmula 1 que no esté bajo el paraguas de Codemasters. La seña de los británicos se ha extendido a lo largo de la última década; diez años que han servido para colocar su trabajo en los puestos más altos del género. Simulación y accesibilidad se dan la mano en el que se ha convertido en todo un homenaje a la categoría reina del automovilismo mundial.

Y es que la licencia ha pasado por momentos de todo tipo. Desde la incertidumbre a finales de los 90, hasta la apuesta de la marca PlayStation por convertirlo en un producto serio y competitivo en el mercado. Porque a principios de los 2000, Sony Computer contaba con las dos grandes marcas de las cuatro ruedas: WRC, por Evolution Studios, y F1, por Studio Liverpool. En concreto, los segundos cuadraron justo en los momentos de mayor audiencia en nuestro país, gracias a las épicas de Fernando Alonso.

“La Fórmula 1 puede ser nuestro FIFA”

La hemeroteca nunca defrauda. Para bien o para mal, el pasado marca sentencia sobre lo que ocurre en el momento que vivimos. Nos trasladamos a 2010. Rod Cousens, CEO de Codemasters por aquel entonces, aseguraba que su reciente adquisición podría marcar un punto de inflexión en el futuro del estudio.

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"No hay ninguna razón por la que F1 no pueda establecerse como una parte importante de nuestro calendario anual de lanzamientos como FIFA lo es de EA. Creo que ganamos esta licencia porque los juegos de carrera están en el ADN de Codemasters. Otras compañías habrían pagado más, pero la calidad del título se hubiera resentido", comentaba Rod al micrófono de MCV.

En el momento de realizar estas declaraciones, la Fórmula 1 había recibido su primer videojuego para plataformas tradicionales tres años después del último servicio de Studio Liverpool a la marca. Formula One Championship Edition formó parte del lanzamiento de PlayStation 3 en Europa. En la práctica, el título se sentía una especie de demostración extendida, como ocurriese con PES 6 en Xbox 360. Utilizó los mismos assets de la temporada 2006.

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Por tanto, cuando llegó F1 2010, lo hizo renovando completamente la imagen que teníamos de la marca a los mandos. El estudio británico puso su experiencia en el Rally al servicio de los jugadores sobre asfalto, aunque no estuvo exento de problemas. Parte de la comunidad reclamó que la inteligencia artificial era “inexacta” con el comportamiento de un piloto en un Gran Premio, como si de una contrarreloj se tratara. Los parches llegaron, y con ellos el inicio hacia el "todo en uno".

Transición hacia el híbrido

Cada entrega se perfilaría, con sus más y sus menos, en un impulso hacia adelante sobre lo que la compañía quería lograr. En la mente de los desarrolladores se encontraba la búsqueda constante del equilibrio entre simulación y accesibilidad; a medio camino, lo que encontramos fue el inicio del homenaje a quienes precedieron la era híbrida.

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F1 2013 se caracterizó por la famosa Classic Edition, una edición que extendía la oferta básica hacia la Fórmula 1 vintage. Una celebración de la década de los 80, 90 y 2000. Nombres como Fitipaldi, Mansell, Prost o Alesi resonaban en un modo de juego que cambiaba la jugabilidad por completo. Todas las asistencias con las que cuentan los monoplazas de hoy en día eran una promesa de futuro para los volantes clásicos. Controlabas auténticas barcazas, como el Williams FW12 del 88.

La cascada de guiños a quienes vivieron esa época eran constantes. Desde el tono sepia característico de las retransmisiones de antaño hasta la participación de circuitos como el de Jerez, usado en la actualidad como parte de los test de pretemporada.

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Es curiosa la forma en la que entró a la presente generación de consolas. En su primer año de vida, PlayStation 4 y Xbox One omitían el lanzamiento de F1 2014, una entrega que se sentía de transición a todos los niveles. La saga no entraría con buen pie al nuevo hardware. Los constantes problemas técnicos y la falta de grandes novedades hicieron que 2015 y 2016 fuesen el preludio de la edad dorada para la saga, que comenzaría con F1 2017.

Edad dorada

F1 2017 fue el inicio de una etapa estelar. Un momento de dulce que alcanzaría este 2020. Los ajustes en el modo trayectoria ampliaron las herramientas a nuestra disposición, mientras que se pulían aspectos jugables que mejoraban la experiencia al volante, como las nuevas físicas adheridas a los pianos o la gestión de la mezcla de combustible en carrera.

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El famoso Halo de 2018 dio paso a la toma de decisiones. Desde entonces, nos preguntábamos si estábamos ante la mejor entrega de la franquicia. Y no es para menos. La gestión del monoplaza alcanzaba al sistema ERS. Teníamos en nuestra mano el comportamiento del coche durante todo el ciclo de carrera, desde la parte eléctrica hasta la referente a la combustión. Sin olvidar, cómo no, las mejoras en el aspecto multijugador, que ha ido tomando cada vez más relevancia en los últimos años.

Si bien 2019 asentaba los añadidos del último par de años (y nutría el aspecto gráfico de un nuevo sistema de iluminación), 2020 se ha convertido en la entrega más importante del último lustro para los británicos. Lejos de dormirse en los laureles como ocurriese en 2014, Codemasters se despide de la generación con un título brillante en la oferta para un jugador y sólido en los modos en línea.

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Como decíamos en nuestro análisis, es “el homenaje que merecía Michael Schumacher”. El eterno Káiser de la Fórmula 1 tiene el orgullo de protagonizar un título que hace honor a su leyenda. Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores juegos del género que hemos tenido la oportunidad de analizar. Ineludible para cualquier seguir de la Fórmula 1.