Nioh
Nioh, Guía completa - Región de Tokai
¿Preparado para morir una y otra vez? ¡Afronta el desafío de Nioh con ayuda de nuestra guía!
GUÍA NIOH: REGIÓN DE TOKAI
Misión 9: La fuga de Iga
En esta misión nuestro principal enemigo serán ninjas. Los ninjas son enemigos muy rápidos y que hacen uso de arrojables que pueden causarnos envenenamiento.
Comenzamos el nivel entrando por la casa que tenemos enfrente, y seguimos al frente hasta el patio. En esta zona encontramos un ninja arquero que nos ataca desde al fondo a la izquierda y otro escondido tras una piedra a la derecha. En la zona cubierta a la izquierda del patio se encuentra una trampa accionable por peso, podemos atraer al enemigo y hacer que la active, causándole graves daños.
Algo más adelante hay una sala con otro ninja y a la izquierda una puerta de atajo que se abre por el otro lado.
Si salimos de la sala hay una escalera por la que podemos subir y llegamos de nuevo al patio, pero se ha abierto a la derecha una puerta con dentro un NPC con el que podemos hablar. Nos dirá que busquemos una pared giratoria por la que pasar. Durante este nivel serán frecuentes, y las reconoceremos por las muescas que dejan en el suelo.
Abrimos la que está a la derecha del ninja aliado y llegamos a una sala con un cofre y una escalera, que subimos.
Avanzamos hasta una sala con un ninja y lo derrotamos. En esa sala se encuentra una escalera que baja y abre un atajo con el patio.
Volvemos arriba y salimos a la terraza del piso de arriba del patio donde estábamos antes. La cruzamos (teniendo probablemente que enfrentarnos antes a un yokai con cuernos) y cruzamos el umbral a la sala que estaba cubriendo. Salimos del piso y bajamos una escalera de madera estrecha, preparándonos para enfrentarnos a un ninja y un yokai con cuernos que nos espera.
Cruzamos la sala en la que se encontraba y avanzamos por el pasillo a la izquierda. Pasamos por la pared giratoria y llegamos a una sala con dos ninjas y un cristal verde. Lo rompemos y rompemos el estandarte de rana de la pared que revela una salida. Bajamos las escaleras y vamos a la izquierda para abrir una puerta que conecta con el primer santuario.
Por la puerta que hemos abierto a la izquierda del primer santuario, cruzamos el jardín y subimos las escaleras de la derecha, seguimos el camino hasta entrar por un edificio en el que se encuentra un ninja, y a la derecha, el segundo santuario
Desde el segundo santuario salimos por la izquierda y en la sala de ninja subimos las escaleras al siguiente piso. Abrimos la puerta y nos dejamos caer al piso de abajo. Cruzamos la sala y nos enfrentamos al yokai con cuernos. Buscamos el hueco y nos dejamos caer.
Avanzamos por las vigas con cuidado de que no nos tiren los ninjas, si lo hacen buscamos la escalera y subimos de nuevo. Seguimos al frente por la viga hasta llegar a una puerta que abrimos y llegamos a una sala. Abrimos la siguiente con un letrero rojo encima y llegamos a una sala con unas cortinas que rompemos.
Cuando salgamos de la sala toda la zona que hemos cruzado se ha dado la vuelta, significando que lo que antes estaba arriba ahora está abajo.
Seguimos al frente hasta una sala con un yokai con cuernos, que cubre una puerta que podemos abrir. Vamos al frente y cruzamos la sala por la izquierda para que no nos caiga la trampa de pinchos. Salimos de la sala por la izquierda y avanzamos por el pasillo hasta poder seguir a la derecha, y nos abrimos un atajo con el segundo santuario.
Desde este segundo santuario llegamos al jefe, y ojo que para ello hay que seguir un camino muy específico: es el siguiente.
Bajamos las escaleras y giramos a la derecha, en la sala donde se encuentra el yokai con cuernos. En esa misma sala, golpeamos la pared rompible de la derecha, luego la siguiente, y luego la siguiente que encontremos. Cruzamos la pared giratoria y llegamos a una sala donde se ve un letrero justo encima de una pared giratoria.
Vamos por la izquierda y rompemos la pared tras la que se encuentran dos ninjas. Seguimos al frente y luego a la derecha, cruzamos parte del pasillo y a la izquierda se abre el camino hacia el jefe.
Derrotar a la Rana gigante
Este jefe es absolutamente letal cuerpo a cuerpo. Su combo de tres ataques con la lanza puede acabar con toda nuestra vida fácilmente, y la estocada también nos hará bastante daño.
A distancia no tiene tantos recursos, pero lanza bombas que se nos pueden pegar al cuerpo si no las esquivamos. Reducimos el daño que nos hacen si bloqueamos cuando explotan.
Poco más se puede decir salvo que con este jefe hay que tener paciencia y mantener las distancias en la medida de lo posible. Solo atacar cuando termine él su ataque y veamos la oportunidad, y definitivamente los ataques contra él tienen que ser de entrar y salir.
Misión 10: Recuerdos de los lirios mortales
Comenzamos bajando el camino y en la bifurcación tomamos el camino de la izquierda, por el que nos encontraremos un yokai con cuernos.
Subimos y nos encontramos con una explanada en la que hay una caseta y otro yokai con cuernos que nos da la espalda, delante de una bola de demolición que pretende tirar cuesta abajo. Una vez derrotado, podemos usar esa misma bola para tirarla y acabar con varios no muertos que hay abajo.
Descendemos por un camino hasta encontrar un río, y seguimos su curso hasta encontrar un camino por la izquierda que sube a una explanada. En ella se encuentra una rueda de fuego y una caseta en la que dentro hay dos yokais con forma de paraguas.
A la derecha de la explanada podemos subir por un camino estrecho hasta un saliente en el que hay un no muerto y al lado un tronco, que se puede tirar para abrir un camino que cruza el río y comunica con el segundo santuario.
Volvemos a la explanada y bajamos por un camino, llegamos a una complejo en el que justo a la izquierda queda una puerta (la del jefe) que solo se puede abrir con una llave que conseguiremos después. Para conseguir esa llave tenemos que recorrer el patio y salir por un camino a la derecha hasta llegar al tercer santuario.
Algo más adelante se encuentra un edificio similar al anterior. No hace falta que lleguemos a entrar. A la izquierda suya se encuentra una escalera que nos lleva a un camino justo al lado del primer edificio, bordeándolo llegaremos a una torre vigía tras lugar con un yokai rojo y ahí en un cadáver se encuentra la llave que abre la puerta hacia el jefe.
Derrotar a Ogra
Un jefe similar al anterior, mayormente eficaz cuerpo a cuerpo, pero el problema es que sus ataques cuerpo a cuerpo son de mucho rango y bastante rápidos, sobre todo en la segunda fase. Tiene ataques de salto que muy probablemente acabarán contigo de un golpe.
El único ataque a distancia es una llamarada de fuego para la que te puedes salir de rango.
Otro jefe con el que hay que ser muy cuidadosos porque cualquier despiste significa la muerte de un golpe, y al que siempre hay que atacarle de espaldas, pues apenas cuenta con recursos para defenderse desde esa posición.
Misión 11: El castillo profanado
Comenzamos el nivel en una estancia dentro del castillo y avanzamos por el pasillo hacia el frente. Al final a la izquierda nos encontramos con el primer santuario y a la derecha continuamos por el nivel.
Bajamos por la escalera que lleva al piso inundado de una sustancia roja. Esta sustancia, si pasamos en ella, nos causará un nuevo estado de “asco” por el cuál William se parará ocasionalmente a vomitar, impidiéndonos hacer nada más.
Subimos por las escaleras de la izquierda y luego seguimos un camino por la izquierda.
Avanzamos hasta una sala con un samurai y un cristal, que destrozamos para avanzar.
En la siguiente sala, de nuevo inundada por la sustancia, podemos avanzar al fondo a la derecha para abrir un atajo con el primer santuario, o tomar el camino de la izquierda que está un poco antes para continuar.
Llegamos a una zona inundada y subimos las escaleras de la izquierda, con cuidado del arquero esqueleto que nos dispara y del samurai con lanza de un poco más adelante. Avanzamos hacia la sala de la izquierda y una vez dentro seguimos el camino de la derecha, y cruzamos hasta el final otra sala con un cristal y subimos una escalera de pared que hay al fondo.
Al fondo a la derecha de este piso se encuentra el segundo santuario, y desde aquí podemos llegar directamente al jefe.
Esta zona es perfecta para farmear si vemos que andamos algo bajos de nivel. El jefe: el primero de dos, en realidad, se encuentra al final del campamento entrando en el castillo, en la puerta que está justo enfrente del yokai con cuernos.
Derrotar a Honda Tadakatsu
Es el primero de una serie de jefes humanos seguidos que aparecen en el juego. Tiene una estocada muy eficaz que se puede esquivar cuando veamos el destello en su lanza, y se protege muy bien de nuestros ataques.
Hay una forma de derrotar a este jefe bastante sencilla, no obstante.
En el escenario que combatimos se encuentran tres cristales de poder como los que ya hemos visto durante el nivel. Si destrozamos esos tres cristales acabaremos con él sin tener que combatirlo. Una estrategia útil es contar con un compañero online que le distraiga mientras nosotros los destrozamos. Lo bueno es que si morimos antes de acabar con todos, los que estén destrozados de mantienen así para próximos intentos.
Derrotar a Okatsu
Segundo jefe de esta misión, al que se accede subiendo el castillo en la última planta.
Es un jefe rápido pero que por suerte cuenta con pocos golpes que nos vayan a eliminar al instante. Hay que estar atentos, eso sí, de sus golpes cargados con su arma, y de las embestidas que nos hace impulsándose en la pared.
