Este nivel introduce a un nuevo tipo de enemigos: las arañas. Sean del tamaño que sean, son criaturas que se mueven y atacan con rapidez, por lo que movernos constantemente en un combate contra ellas es clave.
Comenzamos el nivel en un estrecho pasillo entre casas al lado de un santuario, y caminamos hacia el frente hasta llegar a un camino de telaraña que sube al tejado, que seguimos. Una vez arriba luchamos contra una araña y nos dejamos caer al suelo.
Nos encontramos en una zona más abierta que tiene una torre de vigía en la que se encuentra un arquero y al otro extremo, por donde tenemos que salir, una puerta. Para pasar por la puerta tenemos que acabar con una araña gigante que la está protegiendo. Podemos atacarle con un arma de fuego a su posición para que no nos sorprenda ella primero. Al lado, pegada a la pared, hay otra araña más pequeña.
Una vez terminado el combate cruzamos la puerta y llegamos al segundo santuario. Subimos por el camino de la izquierda. Hemos de tener cuidado pues una bola de hierro caerá cuesta abajo y si no la esquivamos nos matará. Tras dejar que pase subimos por el camino y nos enfrentamos con un yokai musculoso de lengua larga. Es un enemigo complicado por su versatilidad de ataques de corto-medio rango.
Llegamos a una zona abierta. A la izquierda se encuentra la puerta del castillo, que no podemos abrir porque necesitamos la llave, que tenemos que buscar en el templo. Para ello descendemos por el camino de la derecha y llegamos a una terraza. Esta zona está llena de arañas por lo que hay que andarse con cuidado. Al fondo tenemos la entrada al templo y a la derecha, pasando una araña colgada de la pared, podemos abrir una puerta que sirve de atajo con el segundo santuario.
Dentro del templo, tenemos que llegar hasta el fondo a la derecha y acabar con el yokai que guarda la llave del castillo.
Una vez conseguida volvemos a subir el camino a la izquierda del segundo santuario hasta la puerta del castillo, que la abrimos con la llave.
Con la puerta abierta, subimos el camino de tierra hasta el castillo, teniendo especial cuidado con la rueda de fuego que nos atacará en nuestra subida. Dentro del castillo, subimos las escaleras y en el último piso se encuentra el jefe.
Derrotar a Joro-Gumo
Esta mujer araña es un jefe rápido pero que podemos ralentizar fácilmente. Su punto débil es el trasero de araña, y tras golpearlo un par de veces entrará en una posición de defensa en la que se moverá mucho más lento y se protegerá ahí.
La clave de todo el combate es buscar siempre ese punto débil, podemos atacarle a la cabeza pero es un gran riesgo y debería ser algo puntual y no una estrategia a seguir. Es un jefe muy peligroso de frente, por sus ataques cuerpo a cuerpo, sus saltos, sus telarañas y su agarre letal; pero si tratamos de mantenernos en todo momento a sus lados o por detrás le será difícil alcanzarnos. Sus ataques de área son efectivos pero predecibles.
Misión 7: Nevada insólita
Derrotar a Yuki-onna
Misión 8: El demonio del monte Hiei
Derrotar a Tigre blanco
Este jefe no es complicado, pero es muy rápido, por lo que si no lo administramos bien nuestro Ki puede acabarse fácilmente entre esquivarle, bloquearle y correr para atacarle. Es recomendable usar agua sagrada en este combate para una recuperación rápida de Ki.
Sus ataques cuerpo a cuerpo incluyen una embestida, sencilla de esquivar, y series de zarpazos. Estos no quitan demasiado pero nos pueden agotar y dejar expuestos a ataques más fuertes, como el golpe giratorio.
A veces se eleva y lanza bolas de fuego, que se pueden esquivar lateralmente.
El ataque que nos va a poner más en problemas es su rayo, de muy largo alcance (no nos podemos salir de rango) y el cual solo podremos bloquear de forma eficiente si tenemos Ki suficiente. Un modo de evitarlo es preveerlo, ponernos muy cerca a él por el lateral y aprovechar para atacarle.