Hunted: The Demon's Forge
Hunted: The Demon's Forge, guía completa - Consejos previos
Te guiamos por las tenebrosas profundidades de Kala Moor.
- Caddoc puede empujar bloques y objetos, además de descubrir paredes falsas, que ocultan lugares secretos.
- A lo largo del juego, podrás recoger cristales: unos los podrás coger como objetos y otros, tras derrotar a los enemigos.
- Invierte los cristales para comprar habilidades y armas para tu personaje y para tu acompañante.
- Camina sobre el objeto que esté en el suelo para recogerlo automáticamente.
- Utiliza el obelisco para cambiar de personaje y el punto luminoso para canjear los cristales que recojas durante el juego.
- Utiliza la Piedra de la Muerte sobre los cadáveres para obtener pistas sobre puzles y acertijos.
- Destruye el soporte de armas, para recoger otras armas y municiones aleatorias.
- Cúbrete siempre que puedas, ya que los arqueros son constantes. Recoge siempre que puedas pociones de vida y de maná.
- Intenta cumplir todos los talentos, ya que ayudará al desarrollo de tus personajes.
- Inspecciona todos los lugares de los escenarios, ya que no siempre están a simple vista.
- Las armas especiales tienen una potencia extra durante un determinado tiempo. Aprovéchalo.
- Repite las secciones finales de cada Capítulo, ya que algunos logros/trofeos tienen que pasarse con ambos personajes.
- En algunas batallas, lucharás con numerosos Wargar y uno de ellos, Wargar infectado, se dedicará a revivirlo. Acaba primero con el infectado, para evitar extender el combate.
- Ponte a cubierto contra los Wargar arqueros, ya que evitarás que sus flechas te alcancen y mejorarás la precisión de ataques a distancias.
- La experiencia, objetos y demás características que consigas en multijugador, se guardará y se mantendrá en la partida para un jugador.
- Cuando vayas a liberar a un prisionero atado, si hay enemigos cercanos no le liberes hasta que hayas limpiado la zona. De lo contrario, el enemigo irá hacia el prisionero.
- Ataca siempre en equipo, evitando siempre los combates individuales. La unión (y los ataques combinados), hace la fuerza.