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Sin & Punishment 2: Succesor to the Sky

Sin & Punishment 2: Succesor to the Sky

Sin & Punishment 2: Succesor to the Sky, guía completa - Capítulo 5

En algún lugar de la galaxia, dos jóvenes necesitan tu ayuda. Combaten el mal, unen fuerzas por el bien de la humanidad, aunque no llegarán muy lejos sin nuestra ayuda. Ofrecemos los pasos principales para alcanzar el final de un título tan exigente como divertido, lo mejor que Treasure ha lanzado en los últimos años.

En el desierto (uno de los mejores escenarios del juego) la velocidad se convierte en un factor clave. Dependiendo del personaje que controlemos tendremos que montar sobra una nave o un 'burro alienígena', tal y como lo describe Isa cuando lo ve por primera vez. En nuestro caso hemos empleado a Kachi, personaje que no permite que su mascota vuele. Nos pegamos al suelo por lo tanto mientras acechamos a izquierda y derecha para hacer que el multiplicador ascienda todo lo posible. No es un escenario especialmente complicado porque la vista permite saber exactamente hacia dónde nos conviene disparar y en qué momento hacer uso de la carga de energía. Antes de darnos cuenta estaremos frente al primero de los Jefes del escenario.

Guardián Félido

Este 'gatito' nos persigue a toda velocidad, primero por la autopista, haciendo embistes a izquierda o derecha (según su posición rodamos hacia el lado opuesto, hay que tener reflejos, pero es imprescindible para no morir a las primeras de cambio). Si le hacemos daño quedará rezagado, momento que podemos aprovechar para presionar el botón de disparo hasta que vuelva a caernos detrás. Cuando se canse optará por ir de un lado a otro del escenario, bien sea escondiéndose en la arena (sacando el rabo para proyectar un halo de luz) o para amenazarnos con sus garras. Como decimos, hemos de hacer impactar la carga sobre él para que retroceda y nos deje unos instantes ante su debilidad. Si somos de los que manejan rápido al personaje no tendremos el menor problema para vencerle: si lo nuestro es la paciencia, más vale poner toda la carne en el asador.

Una vez finiquitado, seguimos por la carretera. Hacemos frente a los enemigos del escenario pasado (lo que hemos querido describir como fantasmas a fala de tener un nombre más apropiado) además de los soldados que llegan en nave, fácilmente destruibles. Poco más adelante, cuando la cámara se centre en el flanco izquierdo, tendremos ocasión de eliminar a varios cangrejos que sirven como turbo para el multiplicador. A lo largo del recorrido es posible hallar distintas terminales que de ser destruidas causan una onda expansiva con la que nos quitamos de en medio a gran parte de los enemigos de pantalla. Tenedlas en cuenta. A medio camino irrumpirá una escena animada para anunciar al siguiente guardián.

Guardián Rapaz

Otro de los guardianes que no nos pone las cosas muy difíciles. Sólo tiene dos ataques básicos; lanzamiento de fuego y embestida, ninguno de los dos nos debería poner en apuros (ahora que ya deberíamos manejar a la perfección al héroe que estemos controlando). Basta con mantener la mira siempre puesta sobre su cabeza para que la energía vaya mermando poco a poco, empleando las cargas cuando vaya a embestir y manteniendo siempre las distancias para evitar que nos afecte alguno de sus miserables ataques. Cuando haya mordido el polvo volvemos a centrar la mirada sobre la carretera, momento que aprovechamos para volver a aumentar el multiplicador.

Esta zona es poco menos que una transición antes de alcanzar el último de los enemigos del mapa. Primero avanzamos por la carretera, luego por la zona desértica en la que hacemos frente a unos cuantos cactus y luego a una flota espacial enorme, una escena bastante interesante que como tantas otras veces en fases anteriores nos sirve para aumentar multiplicador o buscar alguno de los logros (céntrate en uno de los escuadrones para obtener una medalla, derríbalos a todos y será tuya).

Guardián Quimera

Atención a la quimera y a su increíble capacidad para derrotarnos a las primeras de cambio, por un lado gracias a s terrible velocidad, por el otro por la pesadez de su ataque volador cuando se debilita. Es una auténtica locura el ataque giratorio imposible de contrarrestar si no tenemos pericia a los mandos, pero es lo mejor que puede ocurrir para espabilarnos de una vez por todas (haciéndonos con el control total del héroe en cuestión). Su ataque ignífugo es básicamente una réplica de los enemigos a los que hemos atascado anteriormente, solo que esta vez se apoya en sus dos hombros para lanzar otro ataque giratorio en el que debemos rodar justo por el centro. Como decimos, cuando esté debilitado se volverá loco y comenzará a atacarnos de forma aleatoria, a toda velocidad, momento que aprovechamos para rodar fuera de su alcance justo cuando esté a punto de impactar. Si le derrotamos, se prestará voluntario para llevarnos hasta el Monte Fuji, nuestro destino desde hace algunos capítulos.