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Sin & Punishment 2: Succesor to the Sky

Sin & Punishment 2: Succesor to the Sky

Sin & Punishment 2: Succesor to the Sky, guía completa - Capítulo 4

En algún lugar de la galaxia, dos jóvenes necesitan tu ayuda. Combaten el mal, unen fuerzas por el bien de la humanidad, aunque no llegarán muy lejos sin nuestra ayuda. Ofrecemos los pasos principales para alcanzar el final de un título tan exigente como divertido, lo mejor que Treasure ha lanzado en los últimos años.

Actualizado a

Empezamos en un nivel totalmente oscuro, teóricamente dentro del sueño de alguno de los soldados que tratan de cortarnos el paso. Lo primero que llama la atención es la necesidad de enfocar a los enemigos para poder ver algo de luz, como si portásemos una linterna. Con este elemento en mente avanzamos matando a la especie de arañas que aparecen en los árboles, prestando atención a los cráneos que escupen fuego que poco después se convierten en el único enemigo a tener en cuenta de este nivel. A los pocos metros de comenzar a avanzar llega el primer combate de importancia.

Guardián Calavera

En vez de centrarnos en el esqueleto gigante, ponemos la mirada sobre la amalgama de fantasmas que parecen apilados en forma de pelota. Hemos de dispararles sin cesar a medida que disminuye la energía del enemigo. De vez en cuando saldrá despedida una cabeza para complicar la situación, pero no supone realmente una amenaza. La cosa se complica cuando hemos superado la mitad de la energía rival, momento en el que lanza la pelota completa, quedando ésta a pocos centímetros de nuestro personaje. Debemos emplear la espada para causar grandes daños. En unas cuantas repeticiones será historia.

Cambia la perspectiva aunque la oscuridad sigue presente. En esta ocasión avanzamos en línea recta mientras damos buena cuenta de los enemigos que aparecen en el fondo de la pantalla y los que hacen acto de aparición a izquierda o derecha. El camino no es muy largo, apenas tenemos tiempo de rellenar la energía (no dejéis pasar el botiquín) para volver a ponernos serios. Antes de enfrentarnos al guardia propiamente dicho hemos de vencer a dos casas típicas japonesas que giran alrededor de la pantalla. No sirve para mucho volar, así que nos mantenemos con los pies en el suelo, saltando cuando se aproximen para atacar con la espada en el cuerpo a cuerpo. Cuando hayamos terminado, aparece el verdadero Jefe.

Guardián Ninja

Un nombre un tanto curioso para un sapo gigante que lleva una especie de ninja. No emplea una estrategia especialmente compleja de entender, basando la mayor parte del combate en el lanzamiento de proyectiles de fuego. Mientras los esquivamos disparamos con todo lo que tenemos, sin perder el tiempo con la carga (la utilizaremos siempre que esté cargada, sin reservarla para ningún momento clave). En cierto momento en Ninja desciende del sapo para atacar cuerpo a cuerpo. Dependiendo de la dificultad nos permitirá hacerle frente con disparos o con la espada. En fácil da completamente igual, pero en difícil es aconsejable medir el momento exacto para dar unas cuantas estocadas. Hay que conservar la energía para evitar que el multiplicador se reste, como de costumbre.

Cuando cae derrotado, la perspectiva vuelve a cambiar. De nuevo el héroe va girando a medida que aparecen enemigos de todos los ángulos: una especie de serpiente voladora, más fantasmas… Principalmente su objetivo es ayudarnos a ampliar el multiplicador ahora que no tenemos el impedimento de la oscuridad. Todo árbol alrededor hasta que aparece el siguiente guardián de turno, otro impedimento para alcanzar nuestro objetivo. El guardián primero derribará un puente, lo que nos hace cae al vacío. Antes de tocar al agua es necesario luchar contra varios sapos y frente al propio guardián que repta por el suelo. Podemos sacar bastantes puntos si le atacamos, aunque es preferible centrarnos en los pequeños murciélagos que, como tantos otros enemigos, sólo cumplen la función de ayudarnos a mejorar la puntuación. Cuando llegamos a la catarata tiene lugar el enfrentamiento.

Guardián Cenagoso

El guardián se dedica a lanzar sanguijuelas y pinchos. Los primeros quedan reptando por el puente, los segundos se convierten en proyectiles que explotan si no logramos deshacernos de ellos en el momento adecuado. Por este motivo es conveniente estar siempre en el aire evitando el contacto con el puente. Cuando hayamos hecho daño al guardián, trataré de lanzar un rayo láser que va directamente hacia el héroe. Los esquivamos rodando en círculos sin dejar de disparar. Una vez dañado, el guardián se lanza al puente para aplastarnos. Ojo con los proyectiles que lanza de vez en cuando, con opción a devolvérselos. Si le esquivamos tendremos su punto débil a nuestro alcance, momento que aprovechamos para darle con la espada o con la carga de energía, si es que no la hemos agotado anteriormente. No es muy duro pero sí ágil, hay que tener cuidado con él.

Después de este enfrentamiento todo es llano: avanzamos derribando las tablas que salen en el escenario, rellenando el multiplicador al tiempo que recuperamos algo de vida para el duro enfrentamiento que nos espera.

Ariana Shami

El último enfrentamiento del capítulo es, sin lugar a dudas, el más difícil de todos los que hemos tenido que protagonizar. Shami tiene dos formas: una en la que básicamente se dedica a lanzar hornadas de fuego y de agua, que evitamos con relativa facilidad (ojo a las esferas azules, que nos proporcionan algo de ventaja durante poco tiempo), así como los pájaros que se convierten en dagas para hacernos la vida imposible. Si superamos esta forma (lo ideal es que nos robe la menor cantidad de energía que sea posible) toca hacer frente a la segunda, todavía más dura que la primera. Aquí Shami extiende sus brazos y pasa al daño físico, no sólo a distancia, lo que la convierte en un ser más peligroso… pero también más vulnerable ante nuestra espada. La cantidad de piedras que lanza al escenario puede ser un problema para la movilidad, así que es conveniente eliminarlas antes de que sea demasiado tarde. Luego lanza la esfera azul rodeada de otras rojas, de nuevo nos centramos en la azul para gozar de una pequeña ventaja. Al final del combate Shami invocará un enorme agujero rojo por el que aparece una roca gigantesca. Dependiendo del nivel de dificultad será más o menos complejo devolverla a su dueña, e incluso que de un impacto muera o que tengamos que realizar la operación más de una vez. La espada es crucial: los ataques de fuego pueden ser contrarrestados si pulsamos en el momento justo el botón de ataque, aunque corremos el riesgo de que nos haga daño en el intento. No desesperéis, es un combate bastante duro.