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NIBIRU: El mensajero de los dioses

NIBIRU: El mensajero de los dioses

NIBIRU: El mensajero de los dioses - La autorización de acceso a la excavación

Atrévete a cruzar el túnel.

Ya a salvo y cerca del archivo central volvemos a llamar a nuestro tío, que nos comenta que necesitamos un informe del hallazgo para que nos den el permiso de acceso a la excavación.

Vamos al edificio y hablamos dos veces con el pensionista que está dando de comer a las palomas. Él se niega a hablar, así que entramos dentro del archivo.

Hablamos con el portero, el cual no nos dejará pasar si no le mostramos una identificación. Sólo dejará pasar a los trabajadores de la plantilla, así que le enseñamos la identificación de Bárbora, pero será inútil y como no podemos hacer nada, nos marchamos del edificio.

Ahora nos vamos frente al edificio de la agencia, pero como todavía no podemos entrar, vamos a la zona del quiosco que hay en la parte izquierda.

Intentamos entrar a la agencia por la barrera, pero nos asustamos con el sonido de unos petardos.

Vemos salir de un balcón a la niña que tiró los petardos, la cual nos cambiará sus petardos por nuestra canica. En el quiosco de al lado compramos un paquete de cerillas.

Volvemos a la entrada de la agencia y veremos al mendigo que estaba durmiendo, tocando la guitarra. Hablamos con él. Nos pide un cigarrillo, pero como no tenemos, le compramos una cajetilla en el quiosco. Al dársela, el mendigo mejorará muchas su carácter.

Volvemos al parque cerca del archivo y le tiramos un petardo al pensionista. Esto hará que se vayan volando las palomas y de esta manera captar toda la atención del pensionista. Hablamos con él y descubrimos que su sobrino es el portero. El pensionista acepta ayudarnos si le compramos una buena botella de vino tinto.


Volvemos al quiosco y pedimos una botella de vino, pero solamente tiene vino de mesa en brick. Compramos un brick y hablamos con el mendigo. Hablamos con él y le pedimos una botella de vino vacía que tiene en la repisa. Cogemos una de buena marca y la rellenamos con el vino de brick. Ahora podemos entregarle el vino al pensionista que nos entregará su vieja identificación de empleado.

Entramos en el archivo y le enseñamos el pase al portero de la garita.
Vamos al centro del vestíbulo y usamos el ascensor para ir al despacho de la señorita Kânskâ. Usa la identificación para abrir la puerta.

Una vez dentro miramos la mesa del despacho. Cogemos un lápiz del portalápices. Nos fijaremos que la foto de su gato está al revés, y al examinarla encontramos un sacapuntas.

Examinamos el bloc de notas, en el cual quedan aún las marcas de lo que alguien ha escrito encima. Afilamos el lápiz y lo usamos sobre el bloc de notas. Arrancamos el papel y lo examinamos. Nos indica el código D3-74 22.

Salimos de la mesa y examinamos la flor de la derecha. Debajo de la maceta hay una llavecita que cogeremos. Volvemos a la mesa y abrimos el cajón con la llave. Cogemos el sello y salimos de la mesa.

Ahora entramos en el ordenador e introducimos la contraseña, que no es ni más ni menos que el nombre del gato al revés (como la foto), o sea, Feliz al revés: 'XILEF'.

Encontramos en su correo electrónico el informe del descubrimiento, el cual imprimimos.

Cogemos el informe de la impresora y lo autorizamos utilizando el sello sobre el informe. Ahora el informe cumple todos los requisitos.


Salimos de la oficina, donde veremos un ascensor de documentos en la parte derecha. Pasamos la tarjeta de identificación por el lector y mientras mantenga la luz verde encendida, usamos la hoja de papel con el código numérico que arrancamos del bloc de notas.

Al introducirlo, el ascensor nos entregará un documento que será ni más ni menos que los documentos alemanes originales, del proyecto Nibiru.

Salimos del archivo central y nos dirigimos a la Agencia. Hablamos con la secretaria para que nos convalide un permiso de acceso a las excavaciones. Nos dice que lo tendremos en un par de días, pero no podemos esperar tanto.

Volvemos a hablar con elle y le pedimos su tarjeta de visita. Salimos de la agencia y volvemos a entrar para pedirle de nuevo la validación, pero la secretaria se negará completamente.

Sin apenas esperanzas, le preguntamos al mendigo sobre la secretaria. Nos dirá que todos los días viene a trabajar con un Mercedes plateado clase A, que justamente está aparcado frente al edificio. Examinamos el Mercedes para ver su matrícula (1 A7 15 37). Ahora combinamos la tarjeta de visita con el teléfono móvil. A través de una sucia argucia, hacemos salir a la secretaria y de esta manera poder entrar en la agencia sin su presencia.

Entramos en la puerta a la derecha de la oficina para contactar con el Presidente.

Hablamos con él sobre el hallazgo y nos validará el permiso con la condición de recibir información periódica.

Ahora nada nos impide viajar hasta la excavación.


El túnel secreto

Al llegar encontramos que la entrada al túnel está custodiado por soldados que nos dejarán pasar previo enseñarles el permiso. Hablamos con el mayor, que nos resumirá los hechos allí acontecidos y nos advertirá que nadie podrá entran en la mina debidoa que aún existen explosivos ocultos.

Cruzamos el puente, llegamos hasta la caravana y hablamos con el hombre que está sentado en las escaleras. Resulta que se llama Peter Stasek y es un historiador alemán. Nos dé la sensación de que nos oculta algo y volvemos a hablar con él.

Vamos a la mina y hablamos con el soldado que la custodia. Volvemos a preguntarle dos veces más, pero viendo que no conseguiremos pasar, volvemos a la caravana.

Intentamos entrar en la cabaña del fondo y al encontrarla cerrada le preguntamos al historiados sobre ella.