Black & White
Black & White - Conquista
Eres un dios. Pero eso no significa gran cosa.... El mal y el bien son relativos, pueden confundirse, todo depende de quién sea el que lo juzgue.
CONQUISTA
Para hacerte con la fidelidad de un pueblo que aún no cree en ti, tendrás que impresionarlo, y por suerte hay mucha maneras de hacerlo y tienes muchas herramientas a tu dispocisión. Pero vamos a dividirlo todo en dos apartados, para dioses buenos y dioses no tan buenos:
DIOSES DEL BIEN
Acércate al centro del pueblo, y escucha las plegarias de los aldeanos. ¿Necesitan madera, comida o más edificios? Recibirán con alegría (y conversiones) cualquier suministro que le lleves al Almacén del pueblo, ya sea arrancando la materia prima de su fuente, o mediante los Milagros de crear comida o madera.
Usa el Milagro curador cuando detectes a un aldeano que esté bajo de salud. Los humanos saben agradecer esos detalles de magnamidad por parte de los dioses.
Emplea Milagros que los impresione, en especial el de Bosque Milagroso, el de Criaturas Aladas o los Escudos Físico y Espiritual.
Planta árboles para que den sombra a las casas. Deja alguna piedra interesante en el centro del pueblo. Los aldeanos bailarán alrededor y con suerte tomarán la iniciativa de tallarla de forma especial o convertirla en una Máquina de Milagros.
Y por supuesto, usa tu Criatura. Déjala atada con la Correa de la Compasión en algún edificio, para que ayude a los aldeanos en sus tareas y se encargue de impresionarlos. Tu Criatura puede también aprender a bailar, y le gusta rodearse de admiradores para demostrar sus capacidades. Incluso hará exhibición de sus músculos (en plan culturista de élite, algo que resulta realmente hilarante) para ganarse más adeptos.
DIOSES DEL MAL
Las necesidades del personal te importan un pimiento. Que sufran, la vida es así de cruel. Pero ser malo no es nada fácil, al contrario: hay que ser creativo, echarle imaginación, ser un verdadero artista.
Por ejemplo, aplasta alguna casa con un piedra de gran tamaño. Que sepan que estás ahí, vigilando. O mejor aún, agarra a algún anciano o a una criatura y arrójala sobre algún tejado, para que se estampe al suelo. Catapaf. Róbales toda la comida y toda la madera, y arrojalas al mar, harán que te lloren por un simple grano de trigo.
Los Milagros son muy, muy divertidos. Pongamos por caso la bola de fuego. Usala de noche, para que luzca mejor, y arrójala sobre esos miserables. Un objetivo muy recomendable es la guardería del pueblo. Pa que vean con quien se la están jugando. ¿Y el rayo? ¿Qué podría decir del rayo? Ideal para crear un pequeño Apocalipsis.
Suelta a tu monstruito. Que se divierta con las frágiles casas de los humanos, y se los desayune sin ningún pudor. Entregale un niño, para que se lo coma o lo lance contra una montaña, delante de sus propios padres.
PERO...
Tampoco abuses o te quedarás sin gente, y sin gente no hay poder ni victoria, ¿recuerdad?
En ambos casos, seas bueno o malo, el secreto está en no repetirse demasiado, en ofrecer variedad. Los aldeanos se acaban aburriendo de ver siempre el mismo Milagro. Tampoco te duermas en tus divinos laureles cuando tengas a un pueblo bajo tu control. Debes seguir preocupándote de sus necesidades o recórdarles que sigues estando allí, que sigues siendo el jefe, o muy pronto dejarán de serte fiel.