O’Mahony da aire a Gales
El flanker se autoexpulsó con un golpe criminal a Francis al cuarto de hora y Gales terminó imponiendo su superioridad numérica. Balón de oxígeno para un Pivac cuestionado.
Era un duelo de urgencias y la tensión competitiva le puede jugar una mala pasada hasta a un hombre de trayectoria impecable como Peter O’Mahony. El flanker de Cork, una institución en la delantera irlandesa de la última década, más de 70 apariciones internacionales, se pasó de frenada en una abierta al cuarto de hora de partido en Cardiff (21-16 al final) y su hombro impactó con tremenda violencia en la cara del pilier galés Francis. Wayne Barnes lo vio claro: roja.
El Trébol había empezado con buen pie ante Gales. En su debut en el Seis Naciones, aspiraba a sacudirse el runrún de un primer año discreto al mando de Andy Farrell. Los Dragones llegaban más cuestionados aún tras ganar solo a Italia en 2020, con Pivac tirando de tercera línea vintage (Lydiate-Tipuric-Faletau) y desplazando a North al 13 para hacer hueco al explosivo Rees-Zammit. Todo apuntaba a un partido áspero, prieto, hasta que O’Mahony se inmoló.
Halfpenny, que ya había encontrado los palos al poco del arranque, repitió tras la expulsión. Ese 6-0 fue el único vestigio de superioridad galesa en el primer tiempo. Porque lo cierto es que Irlanda dio la cara con 14, jugando mucho tiempo en campo rival. Y eso, cuando tienes una delantera con Healy, Ryan, Stander y compañía, suele dar rédito. Dos infracciones de los Dragones fueron castigadas por Sexton y en el 36’ una fantástica ruptura y descarga de Keenan propició el posado de Beirne, no convertido. Gales, en uno de los apagones que empiezan a ser costumbre con Pivac, se iba al descanso cinco abajo.
La necesaria reacción llegó en la segunda mitad. North encontró una rendija en la tela de araña irlandesa y la aprovechó. Hizo lo propio poco después Rees-Zammit, el jugador más exuberante atrás del Puerro con la baja de Josh Adams, apartado por saltarse el protocolo antiCOVID para conocer el sexo de su futura hija. Otra patada de Halfpenny puso distancia de seguridad.
Irlanda tuvo su carga final pero no encontró premio. Burns se pasó ajustando al buscar la touch más cercana posible a la zona de marca cuando Gales cometió una infracción que pudo ser fatal y el partido murió ante la cara de incredulidad del apertura de Ulster. La próxima jornada el Trébol recibirá a Francia en Dublín, en lo que será su última oportunidad de engancharse a la pelea por el título. Gales irá a Murrayfield. Por ahora, sin mucho de lo que presumir, pero con un triunfo no muy esperado en el zurrón. Peter O’Mahony mediante.