Rahm contra el mundo

En Pacific Palisades, un suburbio del oeste de Los Ángeles encajado entre el Pacífico y Beverly Hills, arranca hoy el mejor torneo de los últimos 13 años en el PGA Tour más allá de majors, Campeonatos del Mundo y playoffs de la FedEx Cup.

Lo que ha sido el Genesis Open desde 2016 ha adquirido este año la categoría de Invitational. Eso supone una participación más selecta y una bolsa de premios mayor (9,3 millones de dólares, unos 8,5 de euros). Las jugosas condiciones han atraído a nueve de los diez primeros golfistas del ranking mundial, algo que no sucedía en un torneo regular del circuito desde el Wachovia Championship de 2007.

Entre ellos estará el top-3 planetario. Rory McIlroy, vigente número uno, defenderá su primacía ante Brooks Koepka (2º) y Jon Rahm (3º). Si McIlroy no gana, el primero tiene que terminar al menos en el top-7, como mucho empatado con otro jugador, para optar a la cúspide; a Rahmbo podrían valerle tres escenarios: el triunfo, un segundo puesto en solitario o compartido con, máximo, un contendiente más. Y es que la potencia del cartel que se presenta en el Riviera Country Club ha hecho crecer su valor para el ranking mundial como la espuma. Allí se pondrán en juego 647 puntos totales, 70 de ellos reservados al campeón. Solo el Memorial de 2018 entregó un botín mayor en la última década.

Por él pelearán, además de los citados, otros dos españoles, Sergio García y Rafa Cabrera Bello. También, claro, Tiger Woods, que ejerce de anfitrión en terreno maldito, pues en 13 apariciones nunca ha conseguido ganar el torneo. Pero el Tigre tiene motivos poderosos para intentar romper el conjuro. De conseguirlo, su cuenta de triunfos ascendería a 83, rompiendo el empate con Sam Snead y convirtiéndose en el golfista más laureado de la historia del PGA.