Europa recupera la Solheim Cup en un final apoteósico
El equipo europeo, con Ciganda y Muñoz, selló una remontada tremenda el domingo con un putt en el 18 del último partido de la retornada Petersen.
Suzann Pettersen alza los brazos al cielo. Dos años prácticamente sin jugar, con una maternidad entre medias y seleccionada para la Solheim Cup por Catriona Matthew, la capitana del equipo europeo, acaba de recuperar el trofeo para el Viejo Continente con un putt en el último hoyo del último partido en juego en el último día de competición.
Es la imagen de una Solheim Cup apoteósica, la vivida desde el viernes hasta este domingo en Gleneagles (Escocia). Una que perdurará mucho tiempo en la memoria. Jugando contra las apuestas, contra la historia reciente (las últimas dos ediciones habían caído del lado estadounidense) y contra un equipo norteamericano teóricamente superior si se echa un vistazo al ranking mundial, la Europa de, entre otras, las españolas Azahara Muñoz y Carlota Ciganda, prevaleció.
Fue un ejercicio de resiliencia total desde el primer día. Desde la tarde del viernes, cuando parecía que Estados Unidos se iba a a acostar en cabeza tras los fourballs pero aparecieron Carlota y la debutante Bronte Law para remontar ante Jessica Korda y Lexi Thompson mientras Azahara Muñoz y Charley Hull aguantaban los embates de Nelly Korda y Altomare. Desde la defensa numantina del sábado en los fourballs, especialmente con la remontada de Georgia Hall y Celine Boutier para llevarse el punto cuando llegaron a ir cinco abajo ante McDonald y Yin. Hasta llegar al domingo, 8-8 en el marcador y 12 partidos individuales para decantar la balanza.
La incertidumbre fue constante y sólo se empezó a vislumbrar un campeón a media tarde, cuando Altomare derrotó 5&4 a Ewart Shadoff y puso el 11.5-13.5 para Estados Unidos a falta de tres partidos. Ciganda había ganado antes por uno a Danielle Kang y Azahara no pudo con Angel Yin, 2&1, pese a intentar remontar hasta el final un partido que parecía perdido tras los primeros nueve hoyos.
Europa necesitaba tres puntos en los tres partidos restantes y las expectativas, con Law empatada con McDonald a la altura del 15 y Pettersen, con Megan Alex en el 16, no eran halagüeñas. La tormenta perfecta se desató con un putt largo, suspendido en el tiempo, de Law en el 16. Empate. Pettersen y Alex hicieron lo propio en el 17 y todo siguió igual mientras Nordqvist recortaba un punto ante Pressel con autoridad (4&3).
En el 17 llegó el fallo de McDonald. No lo desaprovechó Law. Puño al aire y 13.5-13.5. Entretanto Pettersen se sacó un hierrazo con backspin en el 18 y se dejó un putt mejor que el de Alex, que jugó a asegurar el par 5 y lo hizo. Si la noruega embocaba para birdie, la copa se quedaba en casa. Julie Inkster, la capitana estadounidense que aspiraba hacer historia con su tercer triunfo seguido, no quería ni mirar. La bola entró mansa en el hoyo. Pettersen, tres torneos desde 2017, alzó los brazos. Del 'Milagro de Medinah' al 'Milagro de Gleneagles'. La Solheim también vuelve a Europa.