Joshua logra otro lleno ante Takam con la vista en Wilder

El Millenium Stadium de Cardiff ha colgado el cartel de ‘No hay billetes’. Serán 75.000 aficionados los que rujan este sábado con su ídolo: Anthony Joshua (19-0, 19 KO). El inglés, campeón de los pesados por la FIB y la AMB, expone sus dos cinturones ante el aspirante oficial, Carlos Takam, y se vuelve a dar un baño de masas. Es la segunda ocasión consecutiva en la que Joshua ocupa el evento principal en un gran estadio de fútbol (la primera, en Wembley en abril) y en ambas ha agotado las entradas. Sabe que en esta ocasión todas las localidades se han vendido por él y no puede ser más feliz. Lo demostró en el pesaje previo.

El acto es una mera formalidad en los pesos pesados, pero importante para descubrir sensaciones. El británico salió sonriente al Motorpoint Arena, donde se celebró el pesaje, y no dudó en saludar con una amplia sonrisa a todos los que reclamaban su atención. Era el primer baño de masas del fin de semana, quiso disfrutarlo. Lo hizo y sólo varió su semblante cuando se puso cara a cara con su rival. En ese momento, marcó territorio. Takam le ofreció su mano para saludarle, él la agarro con fuerza e intentó acercarle en el careo. No cedió Takam, quien mostró en toda la escena cara de circunstancias. Clavaron sus miradas durante unos segundos y se despidieron. La primera batalla fue para el campeón.

La de este sábado también apunta al mismo final. Joshua consagró su nivel ante Klitschko y parece muy superior, tanto que en la previa se ha atrevido a obviar al francés y hablar del futuro. “En 2018 pelearé con Wilder”, espetó. La pelea que todo el mundo espera se acerca, pero no debe confiarse. Físicamente no lo ha hecho. Ha llegado más musculado y fuerte que nunca: 115 kilogramos dio en la báscula. Su pegada sigue creciendo y con un 100% de victorias por KO, asusta. Pese a su peso, dispone de buena cintura y movilidad. Domina todo los aspectos y Takam no parece tener armas suficientes. El francés se ha labrado un buen récord (35-3-1, 27 KO), pero cuando se ha cruzado con púgiles de nivel ha fallado. Buscará moverse y perseguir el fallo, pero debe ser preciso. Joshua no permite errores.