No habrá más derbis en Maine Road, pero al menos el destino ha sido justo con el Manchester City. Hubiese sido demasiado duro despedir su estadio con una derrota más ante el poderoso United, equipo que en los últimos años le ha hecho desaparecer. Los que dicen Manchester a secas para referirse al United no deben olvidar que el hermano pobre también fue grande y el 3-1 reivindica su pedazo de historia. En Maine Road, el City sacó pecho muchas veces por el fútbol inglés y llegó a alinear juntos a un trío, Colin Bell-Francis Lee-Mike Summerbee, que en su momento replicó al famoso Law-Best-Charlton de sus vecinos.

Anelka es el héroe de Maine Road y eso deja claro el cambio en el fútbol inglés, pero mientras veía los goles de Goater y a los hinchas de azul enloquecidos, recordé muchas cosas. Aquel derby y el gol de Law para el City (prohibido decir ya Manchester a secas), que descendió al United a Segunda. No lo cantó, solo levantó el brazo. Fue en abril de 1974, tras una época de esplendor en los últimos años 60 en la que el City sumó Liga, Copa y Recopa de Europa entre 1968 y 1970. Ese año, el City llevó a Lee y Bell al Mundial de México con Inglaterra, y peleaba en serio por la hegemonía absoluta. La historia reciente le hundió y en Maine Road terminaron por acostumbrarse a partidos de Tercera. Pero el sábado recuperó el respeto y mostró a los neófitos que hay dos equipos en Manchester.