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Cuatro victorias que endulzan el fin de semana blanquivioleta

Al triunfo del Real Valladolid ante el Eibar se le sumaron los cosechados por el Promesas y por los juveniles de Liga Nacional y División de Honor.

Valladolid
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El Real Valladolid coronó ante el Eibar el mejor fin de semana de lo que va de temporada, después de ganar los pupilos de Pacheta a un conjunto que se encuentra aún en ascenso directo y llevarse también los tres puntos los tres siguientes equipos en el escalafón del club: el Promesas y los juveniles de División de Honor y Liga Nacional, cuyas victorias, en un puente como este, saben a dulces huesitos de santo.

Alejados de disfraces o del terror de Halloween y sus filmes, el festivo (que para el Pucela no lo es; toca partido otra vez el miércoles) se afronta con el primer plantel encaramado a la cuarta plaza, después de que el 'truco o trato' de Garitano no influyera en el resultado. El que fuera técnico del Real Valladolid hizo un planteamiento ad hoc que puso en serios problemas durante la primera mitad el entramado e ideario de Pacheta.

De un plumazo, mediante el cambio de dibujo a un 3-4-3, el Eibar obtuvo superioridades en todo lo que pasa alrededor del centro del campo: en fase defensiva, dos de sus centrales perseguían a los delanteros a todo campo y siempre el tercero y los carrileros vibilagan para evitar que, si el ariete no aparecía interlineado, tampoco lo hicieran los extremos. En ataque, sus tres puntas transitaban veloces y a menudo acompañados, aunque no atinados de cara al gol.

La cosa cambió en la segunda mitad, en la que el Pucela se encontró mejor en amplitud y los azulgranas dieron un pasito para atrás, modificando la altura de sus exteriores y cediendo más terreno para jugar a lo que querían los locales, quienes sí acertaron y, mediante los goles de El Yamiq y Toni Villa, se quedaron con un triunfo, otro más, de esos que confirman la seriedad de un equipo, como los obtenidos en El Molinón

Agonías que bien valen tres puntos

El puente había arrancado con la victoria del Promesas en Talavera, no sin sufrimiento y sacrificio, dado que los manchegos fueron superiores durante parte del choque. Como ya sucediera ante el Bilbao Athletic, el conjunto de Baptista tiró de 'cara B' para jugar a transitar y no tanto a dominar el esférico, algo que favoreció a los locales a la hora de amenazar en un buen puñado de ocasiones a Casado, al menos en el primer tiempo.

Paulo Vitor, en un contragolpe dirigido por Narro, su principal compañero de fatigas, adelantó al filial, que mejoró en el segundo periodo, desde luego, con mucho, durante el último cuarto de encuentro, en el que los blanquivioletas interpretaron bien el partido, a pesar de que apretasen los talaveranos. En estas, sobre la bocina, el juvenil Roberto Arroyo hizo su primer gol en la Primera RFEF y rubricó la salida del Promesas del descenso hasta la tarde del domingo, cuando volvió a caer a él por el triunfo del Calahorra.

Más agónica aún fue la victoria del División de Honor en el derbi contra la Cultural Leonesa, y eso que los de Borja Fernández se adelantaron en la primera mitad y jugaron mucho tiempo contra diez. Los culturalistas empataron y supieron cerrar filas en la segunda parte ante un Divi que careció de ideas y recursos... hasta que apareció Chuki, en el minuto 95, para clavar un zapatazo con el que sellar tres puntos para la tranquilidad.

Por su parte, el cuarto equipo en el escalafón, el Juvenil B de Juan Carlos Pereira, doblegó a Unionistas de Salamanca en Los Anexos, como los tres anteriores, haciendo dos goles: uno de San y otro de Dani, ambos en el arranque del segundo periodo. Gracias a ellos se mantiene encaramado a la segunda posición de la Liga Nacional, optando al título y confirmando la buena salud de la cantera, en esta ocasión, coincidente con la del primer plantel.

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