EUROCOPA (F) | ALEMANIA - HUNGRÍA
Mucho fútbol, poco color
Alemania y Hungría se enfrentan esta noche en un partido envuelto en la polémica de la bandera arco iris, que la UEFA ha prohibido lucir en la fachada del Allianz Arena.
El primer pulso entre alemanes y húngaros lo gano Orbán. La UEFA prohibió a la ciudad de Múnich iluminar el Allianz con los colores del arcoíris en lo que hubiera sido un precioso gesto a favor de la diversidad. Lo habrá celebrado el primer ministro húngaro, el mismo que recientemente impulsó una ley en su país que limita el derecho a la información sobre contenidos homo o transexuales. Pero eso no importará cuando eche a rodar el esférico esta noche en el coliseo bávaro. O sí. Se juegan el pase a octavos; ambos. Una Mannschaft que viene de recuperar su esencia tras golear a la Portugal de Cristiano (4-2). Y un combinado húngaro que resistió a la Francia de Mbappé (1-1). Imprevisible el desenlace en el grupo de la muerte (sigue el partido en directo en As.com).
El Allianz, incluso sin color, juega en contra de unos húngaros acostumbrados al aliento de los 55.000 aficionados que se dieron cita en el Puskás Aréna en sus primeras citas de la EURO. Solo les vale una victoria a los de Rossi y tendrán que conquistarla ante una Alemania renacida. Se espera a una Mannschaft igual de abrumadora que ante Portugal ya que sigue con opciones de clasificarse como primera de grupo. Löw volverá a apostar por una línea de tres con dos carrileros que se han convertido en el alma de su equipo. Kimmich, pero sobre todo Gosens, autor de dos asistencias y un gol contra los lusos, han devuelto esa verticalidad que tanto echaba en falta la tetracampeona del mundo.
Enfrente, tendrá a un combinado con el mismo sabor a Bundesliga que su rival. Gulacsi y Orban (del Leipzig), Sallai (Friburgo) y Szalai (Mainz) componen el once húngaro y tratarán de sacar provecho de tantos duelos que disputaron contra o con sus rivales de hoy. No estará sobre el césped Müller, baja por una lesión de rodilla que apunta a costarle, incluso, unos hipotéticos octavos. Será Goretzka, en plenas condiciones ya después de reaparecer contra Portugal, el encargado de suplirle en el once para intentar derrumbar el muro defensivo que propondrán los de Rossi. Y de dotar al ataque alemán de ese color que no podrá lucir en su exterior el gigantesco bote muniqués que albergará el cierre de la fase de grupos.