La desaparición del dictador permitía aflorar las tendencias de todo tipo reprimidas durante tantos años. La gran mayoría de los españoles querían respirar aires democráticos. Unos mediante una pacífica transición, otros por medio de una drástica ruptura. Como es lógico todo ello afectó al mundo futbolístico. De arriba a abajo y de abajo a arriba, según los casos. La amnistía general de Juan Carlos I puso punto y final a todos los contenciosos pendientes. (Foto de apertura: Pablo Porta llegó a la presidencia de la Federación Española el 29 de mayo de 1975. En la imagen habla con Santiago Bernabéu).

Muchos y relevantes acontecimientos sucedieron en España entre el 13 de febrero de 1974 y el 22 de mayo de 1976. La primera fecha era la del desempate en Fráncfort, donde el gol del yugoslavo Katalinski impidió a nuestra Selección acudir al Mundial de Alemania. La segunda marca el final de la andadura española en la Eurocopa de 1976. Una derrota (2-0) en Múnich ante el poderoso equipo germano en cuartos de final.

En el interim se había producido el relevo en la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol. José Luis Pérez Payá había conseguido que Juan Gich autorizase el 26 de mayo de 1973 que a partir de la temporada 1973-74 pudiesen figurar dos extranjeros en las plantillas de Primera y Segunda división, pero había sufrido el desgaste del caso de los falsos oriundos y las reivindicaciones laborales de los futbolistas. No supo resolver estos problemas y los medios de comunicación le atacaron con críticas hasta entonces desconocidas. La censura ya no actuaba con el rigor de antaño. En abril corrieron rumores sobre su sustitución por Pablo Porta. Este declaró que a él nadie le había dicho que iba a ser nombrado presidente de la Federación y que tampoco lo sería si no era mediante unas elecciones democráticas. No las hubo. El 29 de mayo de 1975 se hacía pública la noticia de su nombramiento. El día de su toma de posesión anunció que viviría en Barcelona, pero que estaría en Madrid... tres días a la semana lo cual es más que media hora, lo que algunos entendieron como un claro ataque a su predecesor. Porta dependía del Delegado Nacional, Juan Gich y Bech de Careda, que a su vez estaba bajo el mando del ministro del Movimiento Fernando Herrero Tejedor. Herrero falleció en accidente de automóvil en Villacastín el 13 de junio de 1975 y fue sustituido por José Solís que retomaba su antiguo puesto. Días más tarde, el 22 de julio, Solís relevó a Gich por Tomás Pelayo Ros. El nuevo Delegado Nacional de Educación Física y Deportes ¿nombraría nuevo presidente federativo? Los medios de comunicación, que habían recibido a Porta con ilusionantes expectativas, hicieron campaña para que siguiese en su puesto. Lo lograron. Incluso Solís había manifestado el 11 de julio en la clausura de la Asamblea Federativa presidida por Porta: Sé que tenéis una gran responsabilidad, porque el fútbol es el principal de los deportes. Lo primero que tenemos que hacer es popularizarlo. Me gustaría para la juventud, para mis hijos, que estudiasen menos latín e hiciesen más deporte. Así tendríamos un pueblo más sano y más alegre.

El 27 de septiembre se ejecutó a tres terroristas del FRAP y dos de ETA, condenados por un Consejo de Guerra. La reacción europea fue unánime y repercutió en el fútbol. En la Copa de la UEFA, el Lazio se negó a recibir al FC Barcelona. Se dio ganador al club catalán por 0-3. El propio presidente de la UEFA, Artemio Franchi, declaró al Paese Sera: Personalmente estoy trabajando para constituir un frente unido que aisle a España en el fútbol. Afortunadamente otros dirigentes futbolísticos no quisieron mezclar política y deporte y el Comité Directivo de UEFA emitió un comunicado rechazando las declaraciones de su presidente.

Eran los estertores del franquismo moribundo, porque en noviembre de 1975 llegaría un cambio mucho más trascendental. En la madrugada del día 20 fallecía Francisco Franco. Casi cuarenta años de dictadura personal llegaban a su fin pese a tenerlo todo atado y bien atado.

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Kubala y sus boys

Kubala seguía siendo el seleccionador español. Nombrado para el cargo en 1969, lo desempeñaría hasta 1980. Durante este largo periodo se hizo popular la frase los Kubala boys, para referirse a los jugadores que llevaba a la Selección española.

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Días después fue entronizado don Juan Carlos de Borbón como Rey de España. Una de sus primeras actuaciones como nuevo Jefe del Estado fue conceder un indulto general. Llevaba fecha del 26 de noviembre y afectó al ámbito futbolístico, no sólo a los directivos, técnicos y jugadores sancionados federativamente sino y principalmente a los implicados en el caso de los falsos oriundos, cuyos expedientes fueron archivados.

La UEFA seguía insistiendo en su pasada directriz de que los terrenos de juego deberían estar protegidos por vallas metálicas. Catorce clubes de Primera división seguían sin hacer efectivo su cumplimiento, lo cual podía representar que no pudiesen participar en torneos europeos, cuando se produjo un hecho determinante. Al finalizar el partido de Copa de Europa entre el Real Madrid y el Bayern, un exaltado agredió al árbitro austriaco Linemayr. Franchi vio la oportunidad de tomarse la revancha antiespañola y castigó al Real Madrid con un año de suspensión en torneos europeos. La sanción, por su dureza, creaba un agravio comparativo con hechos precedentes y provocó una campaña mediática contraria a tal medida. Zúrich revisó el caso y modificó su veredicto. El Real Madrid fue sancionado a jugar tres encuentros europeos lejos de su estadio. Pero, eso sí, los terrenos de juego españoles levantaron las vallas protectoras.

El año 1976 comenzaba con aires de reforma en los estamentos, instituciones, clubes, personas...

Aires de democracia.