Los últimos positivos duplican los registrados en el Pucela
Ocho futbolistas del Real Valladolid se han visto afectados por el coronavirus desde que comenzó la temporada.
El coronavirus ha vuelto a afectar al Real Valladolid, que ha registrado cuatro positivos en las pruebas diagnósticas realizadas esta semana a su plantilla. Al de Roberto, del cual el club informó el martes, le siguieron este miércoles los de Luis Pérez, Míchel y Kike Pérez, que han venido a doblar los registrados en lo que va de temporada; hasta ocho en el primer plantel. A estos, se les han sumado distintos casos en el Promesas y en los demás equipos de cantera.
El primer caso fue el de Bruno, que se conoció nada más confirmar su llegada al club, allá por el mes de agosto. Al contrario que los siguientes, el central jugó prácticamente desde su recuperación, debido a las bajas en la posición. No sucedió lo mismo con Masip, quien pasó la enfermedad en septiembre y no volvió directamente al once. Hasta esta semana, El Yamiq y Jota habían sido los últimos en superarla, ambos en enero. El defensor fue el primero en contagiarse en este 2021; días después, le siguió el atacante portugués.
Sumados a estos los contagios de Roberto, Luis Pérez, Míchel y Kike Pérez, son ocho en total los futbolistas de Sergio González que han pasado la COVID esta campaña. Anteriormente, cabe recordar, fueron Matheus Fernandes y Óscar Plano, en el tramo final del pasado curso, quienes tuvieron que aislarse ante su positivo en la enfermedad. Asimismo, también en el Promesas ha habido casos, entre otros, los notificados de Vilarrasa, Miguel Rubio o Sergio Benito, debutantes con el primer plantel a lo largo de la temporada.
Y es que la cantera también ha sufrido la incidencia del coronavirus, especialmente el pasado mes de enero, lo que conllevó el aplazamiento del partido del filial contra el Burgos, por ejemplo, o el confinamiento de la Residencia durante esa tercera ola, motivado por el positivo de cuatro canteranos residentes en el centro de alto rendimiento del club, y que afectaron a los otros 31 residentes en dichas instalaciones.
Volviendo a la situación que vive a día de hoy el primer equipo, cabe recordar la decisión de aplazar los entrenamientos grupales hasta el lunes por la tarde, después de que fuera suspendido el de ayer miércoles. Esto ha motivado que las sesiones de trabajo pasen a ser individualizadas, si bien el plantel dejará de hacer dos 'normales' (no en vano, en la de este jueves estaba previsto que se disputase un partido contra el Promesas, algo para lo que se había solicitado un equipo arbitral a la Federación de Castilla y León de Fútbol).
Entretanto, la intención del Real Valladolid es la de seguir sometiendo a pruebas tanto a los jugadores, como al cuerpo técnico y auxiliares que trabajan con el plantel. Según informa El Norte de Castilla, estas se harán extensibles, además, a los familiares de todos ellos, a fin de preservar la integridad sanitaria de la burbuja del primer equipo.