CELTA - REAL MADRID

Un Benzema imparable contra el repóquer de Chacho Coudet

El francés lleva cinco partidos seguidos marcando. Vuelve Casemiro y se cae Ramos por una contusión en la tibia. El técnico despertó al Celta juntando a Brais, Suárez, Nolito, Aspas y Mina.

Junten el mismo día y a la misma hora a Brais Méndez, Denis Suárez, Nolito, Iago Aspas y Santi Mina y tendrán, en una pieza, al Celta y al Chacho Coudet. "Echarle huevos no es tirarse a los pies sino jugar la pelota", explicó una vez a pie de campo tras un partido de Racing para resumir su gusto por los jugadores de buen pie. "Hay que buscar la fórmula para que en un equipo pese más la ambición de ganar que el miedo a perder". Ese plan trajo al Celta en un momento en que parecía imposible que el mensaje calase. El equipo estaba en descenso y pasó a último tras la derrota en el Pizjuán. Luego ganó 16 de los 18 puntos siguientes con todos los buenos en el once y los principios de Coudet ya no parecieron palabrería.

Ahora el Celta anda en mitad de la tabla, más cerca de Europa que del descenso y con registros más propios de un grande que de un modesto: un 53% de posesión, séptimo en el ránking de pases, cuarto que más elabora los goles… "La afición viene de dos años con el corazón en la boca. El plan es que el hincha se sienta bien", explicó recientemente el técnico que lo ha cambiado todo. O casi todo. Porque algo permanece invariable: la dependencia del equipo de Iago Aspas. Si él se constipa, el Celta se mete en la cama. Participa en el 76% de los goles del equipo. Ni Messi pesa tanto en el Barça.

Aspas, a cero en 2021

Aspas aún no ha metido un gol en 2021, pero su influencia es tremenda. De los últimos siete partidos, el Celta sólo perdió uno, ante el Valencia. El único en que no jugó el 'príncipe de las bateas', pese a que le está costando más dar con la portería que en años anteriores. Llega nueve goles en la Liga, una cifra respetable, pero lejos de la secuencia de los cuatro años anteriores: 19, 22, 20 y 14. En los tres primeros fue máximo goleador nacional. El curso pasado acabó tercero. En este va cuarto, por detrás de otro cañón, Gerard Moreno, y de la pareja fantástica del Levante: Morales-Roger.

Coudet y su cuerpo técnico, durante una sesión preparatoria del Celta.LALO R. VILLAR

Hoy estará junto a Santi Mina en punta y en el once de gala (Hugo Mallo vuelve tras cumplir su sanción), ese que Coudet apenas toca (sigue el partido en directo en AS.com). La brecha entre titulares y suplentes en el equipo es aún más acusada que en el Madrid, y ya es decir. Y, sin embargo, la cosa funciona porque ha sabido ganarse a la plantilla desde el primer minuto, cuando le devolvió a Hugo Mallo la capitanía que le arrebató Óscar García: "El capitán siempre lo eligió el vestuario y yo no lo voy a cambiar". Sin embargo, el Celta tiene una asignatura pendiente: los grandes. Ha jugado ya ocho partidos ante los siete primeros de LaLiga y sólo le sacó un punto al Atlético en el Wanda.

Otra oportunidad para Vinicius

Al Madrid ya no le quedan vidas. La primera mina que pise puede acabar con su persecución. Y como por delante quedan dos semanas FIFA, Zidane tirará de los de siempre. Mérito suyo y demérito de un banquillo que no aprieta, de Militao a Valverde, de Marcelo a Isco.

Ramos, durante el entrenamiento de este viernes con el Madrid. Sufre una contusión en la tibia y no jugará en Vigo.Realmadrid.com

En cualquier caso, el equipo colecciona buenas noticias. Está en cuartos de Champions después de un comienzo en la competición que apuntaba a la catástrofe, tiene al Atlético a una distancia razonable y ha ido recuperándose de sus desdichas clínicas (recuérdese que de la primera plantilla, en el banquillo de Bérgamo, sólo estaban Mariano y Lunin). Ahora hay más donde elegir y regresa Casemiro, el jugador que más condiciona el modo de ocupar el campo. Sin él, el Madrid busca refugio en los tres centrales. Con él quizá vuelva Zidane a la suerte natural. Más con la baja de Sergio Ramos, por una contusión en la tibia y porque, con lo que viene, toda precaución es poca.

La baja de Ramos condiciona los acompañantes de Benzema, que en contra de la opinión de Mourinho ha mutado de felino a gran felino. Lleva 21 goles y cinco partidos consecutivos marcando. Como comienza a entenderse con Vinicius y como el brasileño es el más goleador y el mejor asistente de cuantos le rodean, parece que tendrá plaza en la izquierda. Y en la derecha se abre hueco para Asensio o Rodrygo, porque Lucas Vázquez quedará como lateral en una zaga de cuatro. Trabajo no le faltará.

Lo más visto

Más noticias