SEGUNDA B

Cantabria pide autoconfinamiento, pero El Sardinero acoge 3.000 personas

Este fin de semana pasado arrancó la Segunda B, pero, entre sus partidos, destacó la presencia de público en los estadios de España por primera vez desde que estalló la pandemia.

RACING

Este fin de semana, después de un sinfín de 'tiras y aflojas' entre la Federación Española, los respectivos Ayuntamientos, y los datos de la Consejería de Sanidad de por medio, arrancó la Segunda División B. Y, con ella, la entrada de público en los estadios de España por primera vez (en partidos oficiales) desde que la pandemia por COVID-19 estallara. 

Entre estos casos, se encuentran aquellos más sonados. Por un lado, el del Deportivo en su regreso a la categoría de bronce 40 años después, celebrado con una agónica victoria por 2-1 sobre el Salamanca. Cerca de 3.000 espectadores pudieron acudir a Riazor a volver a alentar a los blanquiazules tras varios meses de espera, con un descenso mediante. Y, por otro lado, el del Racing de Santander, que empató 1-1 en su recibimiento al Portugalete.

Precisamente, en El Sardinero se vivió uno de los casos más paradójicos del fin de semana. El mismo sábado, es decir, un día antes del partido, el Gobierno de Cantabria pidió un autoconfinamiento voluntario a su población por el temido avance del coronavirus en la comunidad, ya que se registraron 113 positivos más y un total de 8.665 casos acumulados. Eso sí, sin ningún tipo de límite de aforo, ni cierre de bares, restaurantes... Lugares en los que se han visto incrementados los casos hasta casi un diez y cuatro por ciento, respectivamente. Para que, un día después, el mismo domingo se dé acceso a 3.045 aficionados en Los Campos de Sport de El Sardinero (eso sí, la mitad de los 6.666 que, en principio, estaban autorizados).

Incluso el propio Racing empleó el eslogan de 'El Sardinero a casa' y viceversa, avisando a sus aficionados de que las puertas del estadio se abrirían dos horas antes del inicio de partido para evitar cualquier tipo de aglomeraciones. Además, también dieron una serie de normativas para llevar a cabo: ocupar el asiento asignado y permanecer sentado; mantener la distancia de seguridad; uso obligatorio de mascarillas; lavarse las manos con frecuencia; prohibido fumar; y prohibido comer.

Un mero reflejo de lo difícil que sigue siendo la toma de decisiones en los tiempos que corren a causa del coronavirus. La duda ahora reside en el cómo evolucionará la situación de aquí en adelante, si se mantendrá el aforo en los estadios, se restringirá o aumentará más... Mientras, en Primera y Segunda División deberán de seguir esperando.

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