Simeone, ocho años de títulos

Hoy hace ocho años. Ocho años que Simeone alzó al cielo de Bucarest el primero de sus títulos en el Atlético. Hoy es el entrenador que más ha logrado en la historia de ese banquillo, con siete, uno por delante de los que ganó Luis. Y el primero fue éste, el 9 de mayo de 2012, la Europa League que le arrebató al Athletic con los zarpazos del Tigre Falcao que nunca dejó opción a otra cosa que esa: ser ellos, los rojiblancos campeones de la Europa League dos años después de la ganada por el equipo de Quique en Hamburgo.

"Bucarest. Recuerdo llegar al estadio. Lo hicimos como siempre, cantando, golpeando el cristal, la mesa, motivadísimos. Cuando aparcó el autobús, recuerdo ver a toda nuestra gente, a la afición, animando, apoyando", recordaba Antonio López, entonces capitán de aquel partido hace cuatro años en las páginas de Diario AS. Recordaba al Cholo en las tripas del Nacional, con todo dicho a sus jugadores, que era el momento de seguir haciendo historia después de Hamburgo, la primera página escrita con él. "Recuerdo estar ya dentro, en el vestuario, y sólo pensar algo: empezar. Recuerdo que aquella fue la final de Falcao". "Tiene el gol en la sangre. Vino a hacer el Atleti más grande", que lo definiría Juanfran. Porque fue Falcao quien, aquella noche, a los seis minutos certificó el viento que corría en la noche a favor del Atleti, que salió como había sentido Antonio López en el autobús, motivadísimo, presionando muy arriba. Se inventó un golazo después de marear a Amorebieta entre amagos. Uno, dos, tres, resbaló y pelota en la red. Al Athletic le quedaban 84 minutos de tortura, al Atleti de disfrute. Falcao de nuevo antes del descanso y Diego al final pondrían en el marcador el 3-0 final. Y, mientras Antonio López, que acababa contrato aquel verano y le pasaba el brazalete a Gabi con una foto (la de los dos alzando juntos el título a la noche: "Le miré y le dije: 'La levantas conmigo'. Y lo hicimos. Yo no había jugado un minuto, él todo. Era segundo capitán, fue darle el testigo", Simeone miraba emocionado.

"Es una situación personalmente muy fuerte por todo lo que quiero al club. La afición esperaba esto de mí", diría después, sin saber que aquel título sólo era el primero, que sobre los cimientos que él había plantado con su llegada seis meses antes crecería de nuevo un Atlético fiero y campeón. Porque después llegaría la Supercopa de Europa al Chelsea (el otro zarpazo del Tigre para el Atleti en Europa), la Copa en 2013, LaLiga en 2014, la Supercopa de España en 2014, la Europa League de 2018 y la Supercopa de Europa de 2018.