CAMPEONES POR SORPRESA (XVIII)

Centenariazo en el Bernabéu

Un serial que repasa a las grandes sorpresas de la historia del fútbol, desde el Nottingham Forest campeón de Europa al Leicester que conquistó la Premier.

JESUS AGUILERA ORTEGADIARIO AS

La Copa del Rey 2002 estaba diseñada para que el Madrid saliera campeón. La RFEF eligió como sede de la final el Santiago Bernabéu y colocó la fecha del partido el 6 de marzo con motivo del centenario de la fundación del club blanco, a petición por supuesto de la entidad madridista. Ni las mayores discotecas plantearon jamás una fiesta ibicenca tan blanca.

El Real Madrid estaba en plena fase ascendente en la era galáctica. La temporada anterior el conjunto merengue se había proclamado campeón de Liga con el extraordinario fichaje de Figo y a comienzos del curso 2001-02 Florentino había reforzado su plantilla con el que estaba considerado el mejor jugador del mundo, Zinedine Zidane. Aquel Madrid estaba diseñado para arrasar en todas las competiciones en su 100º aniversario: Del Bosque dirigía una plantilla en la que además de los dos exorbitantes galácticos jugaban Raúl, Roberto Carlos, Casillas, Hierro, Morientes, Makelele, Solari y Guti, entre otros.

La Copa fue el primer título en juego. La antesala de una temporada que se anticipaba gloriosa. El Madrid recibió al Deportivo de Javier Irureta en la final como un campeón de los pesos pesados a un sparring. Un par de meses antes, los blancos habían vapuleado a los gallegos en el que fue el primer gran partido de Zidane como jugador del Real Madrid (3-1). Aquel encuentro fue un punto de inflexión para el francés, que estaba siendo muy criticado pero respondió a sus detractores con un golazo y desde entonces fue casi imparable. Con un Zidane pletórico y una fecha tan señalada, aquella final parecía un mero trámite para llenar de gente La Cibeles.

Pero aquel Deportivo no era un equipo cualquiera, era el Superdepor. Y no se arrugó ante tal escenario. Los Molina, Mauro Silva, Tristán, Valerón, Capdevila y compañía formaban un equipo de muchos quilates y como los buenos aspirantes en el boxeo, golpearon duramente nada más empezar, para dejar claro que no habían llegado tan lejos para ser noqueados. A los cinco minutos Sergio batió a César (titular por delante de Casillas aquella temporada) y adelantó al Depor, que al descanso ya mandaba 0-2 gracias a otro gol de Tristán.

La incredulidad se apoderó del Madrid, que reaccionó demasiado tarde. Recortó distancias con un gol de Raúl cuando quedaban poco más de diez minutos para el final, pero el combate ya estaba perdido. Desde el Maracanazo en el Mundial de 1950, cuando Brasil cayó ante Uruguay y se quedó a las puertas de la Copa del Mundo, no se recordaba algo parecido. Como entonces, el anfitrión cayó con todo a favor. La noche que debió ser la más blanca en cien años de historia madridista se convirtió en una de las más negras de siempre para el conjunto de Chamartín. La palabra Centenariazo copó todas las portadas del 7 de marzo de aquel 2002.

Por suerte para el Madrid, los blancos pudieron celebrar el cumpleaños un par de meses después, en la final de la Champions de Glasgow. Ahí sí, el Madrid sacó adelante y con nota la temporada de su centenario conquistando la Novena ante el Bayer Leverkusen (2-1) con aquel inolvidable gol de Zidane. Hubiera sido trágico no llenar La Cibeles aquel 2002.

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