LEVANTE

La historia de Enis Bardhi

El macedonio del Levante ha llegado a LaLiga por la cara B del fútbol. Carmelo del Pozo, secretario técnico por aquel entonces, analiza para AS su fichaje.

Imagen proporcionada por el jugador.

De Macedonia, pasando por Dinamarca, Suecia y Hungría, hasta llegar a España. Hay diferentes formas de llegar a la élite. En la mayoría de casos, las grandes canteras copan el gran número de futbolistas que alcanzan la cima. Pero, obviamente, no es la única vía. Es el caso de Enis Bardhi, centrocampista del Levante, que llegó a LaLiga por la cara B del fútbol.

El camino del macedonio comenzó en su ciudad natal, Skopje. Ahí comenzó a destacar en las filas del FK Shkupi desde que Bedri Saliu, su descubridor, le echó el ojo a los seis años. Desde entonces, hasta los 15, fue quemando etapas hasta que el fútbol base macedonio se le quedó pequeño para poder materializar sus sueños. El menudo centrocampista quería probar nuevos retos para alcanzar el fútbol profesional. Más en concreto, una de las grandes ligas del continente.

Enis Bardhi durante sus últimos años en Macedonia, con 15 años.Imagen proporcionada por el jugador.

Con Macedonia por aquel entonces fuera de la Unión Europea, su primer destino lejos de casa fue la cantera del Bronby, uno de los equipos fuertes de Dinamarca, para formar parte del equipo Sub-19 en 2013. No obstante, tan sólo duró unos meses y en noviembre de ese mismo año firmó por el Prespa Birlik, de la Tercera División de Suecia. Bardhi dejaba atrás el fútbol de formación para adentrarse en las catacumbas del profesionalismo.

Fueron momentos difíciles. Siendo de los más jóvenes de la plantilla, jugaba amistosos y poco más hasta que le dieron la oportunidad. Él no la desaprovechó y demostró de qué pasta está hecho. Cinco goles en diez partidos le valieron para que el Újpest húngaro apostara por firmarle su primer contrato profesional. Él siempre creyó en sus posibilidades de llegar, si bien es cierto que Hungría fue el impulso que necesitaba su carrera. Un golpe de suerte buscado desde que salió de casa.

Su trayectoria fue de menos a más. En su primer curso, la 2014-15, con el '29' a la espalda, apareció tímidamente en el equipo pero dando ya muestras de su potencial. Aquel año se proclamaron campeones de la Supercopa húngara. En mayo debutó con la selección absoluta de su país. La decisión parecía haber sido la correcta.

La segunda temporada acumuló galones y, a la par que iba desarrollándose físicamente, fue ganando protagonismo en el equipo; compartiendo vestuario, entre otros, con Kylian Hazard, el hermano más joven de la saga. Hasta el punto que el siguiente año heredó el '7' del belga, que pasó a lucir el '10', y explotó definitivamente en la OTP Bank Liga.

Esa campaña, su última en Hungría, el macedonio firmó 12 goles en 29 jornadas, siendo el tercer máximo goleador de la competición pese a su condición de centrocampista, superado únicamente por Marton Eppel (16) y Stefan Scepovic (13), ex del Sporting de Gijón. Su siguiente paso, y la ventana al mundo, el Europeo Sub-21.

Cargado de confianza tras su gran año en el Újpest, y después de una gran frase de clasificación, Bardhi se preparaba para demostrar su valía entre los mejores proyectos de Europa. No obstante, el Levante ya había hecho los deberes.

"Un club como el Levante tiene unas limitaciones lógicas a la hora de ir a por jugadores. Miramos las selecciones que participaban en la fase clasificación Sub-21, no las importantes. Ahí encontramos el filtro", cuenta Carmelo del Pozo, secretario técnico por aquel entonces y que entabló directamente conversaciones con él y su representante para preparar el fichaje, para AS.

"Cuando fue a la fase final, donde hizo un gran papel, ya lo teníamos hablado con él. Ahí aparecieron otros clubes, pero respetó que habíamos sido los primeros", cuenta del Pozo. En aquel Europeo, Bardhi la rompió y destacó con goles frente a Serbia y Portugal, poniendo de manifiesto su privilegiado golpeo. El mundo del fútbol fijaba sus ojos en el centrocampista balcánico que brillaba con luz propia en la medular de Macedonia.

Sin embargo, "él apostó por el Levante y rechazó otros equipos justo después del Europeo, algunos de España". Girona o Getafe, sin ir más lejos, le tantearon. Pero Bardhi, seguidor del fútbol español desde niño, quedó encandilado con la propuesta del Levante, que arrasó esa temporada en Segunda División. Sus otros dos pretendientes también ascendieron, pero con menor contundencia. Eso, y la confianza transmitida desde el club, fueron los detonantes de su llegada a Valencia.

"Vimos en Bardhi unas condiciones técnicas impresionantes. Podía jugar en dos o tres posiciones. Tenía mucha hambre y en el aspecto personal nos gustó su forma de ser. Decidimos apostar por él", remarca el segoviano. La apuesta fue decidida: 1,5 millones por un completo desconocido para el gran público. Su impacto en España, inmediato.

Ya en la pretemporada sorprendió con tres goles a balón parado en tres intentos, especialidad marca de la casa. Las dudas se disiparon pronto, prometía alto. A las pocas semanas en Orriols, y tras la marcha de Rubén García, no dudaron en ofrecerle el '10' en un gesto de confianza. Él respondió.

Su primer año en LaLiga fue espectacular en números, aunque intermitente en cuanto a su nivel de juego. Ahí estaba el margen de crecimiento en un jugador técnicamente brillante y generoso en el esfuerzo, pero algo anárquico en sus movimientos sobre el campo. El salto de calidad del fútbol español era una realidad. Él, precisamente, lo escogió para seguir su progresión, consciente de que las características del campeonato encajaban en su estilo de juego.

Firmó nueve goles, cinco de ellos a balón parado, en 1580 minutos. Sin duda, una de las revelaciones del campeonato. En pocos meses, su nombre, y su golpeo, ya eran conocidos en el país. En la actualidad suma seis tantos falta, la última frente al Getafe en octubre de 2018. Ya ha llovido desde entonces.

"Después del primer año, ha crecido mucho. No sólo es balón parado. Tiene más ritmo y velocidad. Ha dado un paso para adelante", reflexiona Carmelo. Y es que, pese a que sus cifras goleadoras han decaído, su influencia en el equipo es incuestionable y ha crecido en otros aspectos. El Levante blindó a su perla hasta 2022, con opción a dos años más, y cláusula de 50 millones de euros.

Desde la llegada de Paco López ha ganado en jerarquía y en fútbol. Es un jugador más completo. El pasado curso sólo firmó tres goles, pero uno de ellos de vital importancia: el de la permanencia de frente al Girona en Montilivi. Un tanto para los elegidos.

Esta temporada continúa su ascendencia, tanto en el Levante como en su selección, donde cada convocatoria es más influyente en el grupo. Con Macedonia estaba al borde de la épica, compitiendo por clasificarse para la próxima Eurocopa. Algo que sería histórico en su país. También en el Levante. Tras tres temporadas en el club, está a un gol de igualar a Arouna Koné como quinto máximo goleador del club en Primera. Por el momento suma dos dianas esta temporada, además de tres asistencias.

Enis Bardhi trabaja en su puesta a punto durante el confinamiento.@enisbardhi10

Nuevos retos en su carrera que afronta con disciplina desde el confinamiento para seguir creciendo. Todavía tiene desafíos por delante este curso. "Ahora me toca volver más fuerte que nunca", reconoce. Hambre no le falta. La misma que ha demostrado a lo largo de toda su carrera y que le ayudó a que el Levante se decantase por apostar por él. Una tónica en su trayectoria. Lo que es evidente es que, a sus 24 años, todavía no ha tocado techo.

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