Las críticas voraces a Gallego llegan hasta China
Los medios le responsabilizan del mal juego y le acusan de falta de autocrítica. El crédito del técnico del Espanyol es proporcional al que pueda perder Chen.
Con la reunión más larga que se recuerda en el Espanyol contemporáneo, de más de dos horas, enfrentó David Gallego la crisis que se cierne sobre el equipo —con cuatro puntos en LaLiga, uno en la Europa League y un juego espantoso— el día después de la derrota ante la Real Sociedad (1-3) y la primera pitada seria en Cornellà. Una sangría que se traduce en críticas voraces incluso en China, la patria del propietario, Chen Yansheng, a la postre su avalador y también responsable de activar el botón de las destituciones, que no parece tener cerca por ahora.
En Sant Adrià se vivió una terapia de grupo en la que no solo participó el entrenador sino que también los jugadores hablaron claro, hasta el punto de que se llegó a una solución ya clásica: arroparse más, buscar la solidez para a partir de ahí reorganizar el ambicioso juego ofensivo que sí se mostró el curso pasado y que se pretendía mejorar éste. Nada más lejos de la realidad, en un proyecto que por ahora ha involucionado hasta la incertidumbre. El crédito de Gallego es proporcional al que pueda perder Chen en caso de quedar fuera de la Europa League y, sobre todo, de ver cómo peligra realmente la categoría. En 11 días, el Espanyol se juega nueve puntos en LaLiga y las opciones de seguir vivo en el continente.
Otro factor se une al desgaste del técnico: las críticas desde China por no extraer la mejor versión de Wu Lei. "Gallego no asumió sus errores en la rueda de prensa", explicaba este lunes Tencent. Añadía el Shanghai Morning Post que "todo el equipo juega mal, y la responsabilidad es del entrenador y la directiva". Y zanjaba Titan Sports: "Algunos aficionados tras el partido soñaban ya con Machín"...