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ESPANYOL-FERENCVAROS

Bosch, el perico infiltrado en las líneas enemigas

El asistente de Rebrov en el Ferencvaros pasó siete años en el fútbol base del Espanyol. Habla para AS del fútbol húngaro y del carismático técnico ucranio.

Actualizado a
Albert Bosch.

En 2011, en el Ramón de Carranza el Espanyol alevín alzó la copa de campeón de la Liga Promises después de ganar 5-4 al Mallorca en una tanda de penaltis en la que Adrià López, ahora en el B, fue determinante. Pol Lozano, un chico “tímido pero con personalidad en el campo”, recogió el trofeo como capitán. En el cuerpo técnico de aquel equipo se encontraba Albert Bosch (Barcelona, 1987), quien este jueves se sentará junto a Serhiy Rebrov en el banquillo del Ferencvaros.

“Lo conocí en Ucrania, cuando estaba entrenando en la academia del Dinamo de Kiev. Me incorporó para su staff. Llegamos a Budapest hace un año y logramos ganar la Liga y volver a clasificarnos para Europa, algo que no sucedía desde hacía 17 años”, relata justo después del entrenamiento en la ciudad deportiva magiar.

Bosch se ha encargado de analizar los partidos del Espanyol esta temporada (“no hay que fijarse solo en los resultados, tienen virtudes y defectos, y en ellos tenemos que hurgar”) pero asume que la “realidad” de su equipo los convierte en víctimas. “Sabemos la percepción que se tiene de nosotros. Nuestro coeficiente es el más bajo de los 48 equipos de la Europa League. Todos nos querían, pero a partir de ahí esto es un premio y queremos intentar hacer un buen papel en Europa”.

Rebrov y Bosch.
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Rebrov y Bosch.

Asentado en la ciudad, Bosch es testigo de de las últimas inversiones en el fútbol húngaro. “Hay estadios nuevos e inyecciones económicas. El gobierno es muy futbolero. Pese a ello, y aunque nuestro club es el más famoso de Hungría, en la Liga solamente competimos dos equipos por el título”, explica, mientras reconoce que Hungría no ha podido salir de su ocaso futbolístico. “Hay un límite de diez extranjeros por club, pero los jugadores locales tienen un nivel bajo debido a que no están muy trabajados a nivel formativo”, explica Bosch, un perico en las líneas enemigas.

Rebrov, seducido por la filosofía del fútbol español

El que fuera delantero referente del Dinamo de Kiev y de Ucrania es ahora un entrenador que intenta hacer carrera en Europa. Rebrov ha pasado por su club originario, por Arabia Saudí y ahora triunfa en el Ferencvaros. Desde el primer día, el ucranio se rodeó de españoles. “Tiene personalidad. Fue jugador de elite y está seguro en sus decisiones. Desde que empezó siempre ha querido trabajar con españoles. En el Dinamo tuvo a dos y me trajo a mí para el fútbol base. Luego trajo a otro más para el segundo equipo. Siempre ha tenido querencia por los jugadores jóvenes.

En Arabia Saudí también estuvo rodeado de ayudantes españoles. Vio que nuestro fútbol ha triunfado y de que la manera de entender el juego es buena, dando importancia a la metodología, la toma de decisiones, la manera de entender el juego... Consiguió tener una visión abierta”, comentó Bosch, quien reconoce que se ha adaptado perfectamente a Budapest después de estudiar INEF, entrenar siete años en el Espanyol y pasar por Rusia y Ucrania.