Santi Mina de niño a hombre en el Valencia
El futbolista que llegó con 19 años en 2015 vuelve a Vigo tras vivir una gran evolución en el conjunto de Mestalla, tanto en juego como en goles anotados.
Llega Maxi Gómez al Mestalla y por lo tanto Santi Mina deja de ser un murciélago más. El gallego ha jugado las últimas cuatro temporadas en la capital del Turia en las cuales ha experimentado un crecimiento en calidad, en mentalidad y en goles anotados.
Mina tuvo desde su llegada el cariño de la afición, que fue aumentando conforme incrementaba sus cifras goleadoras. Pero más allá de números, su actitud sobre el terreno de juego y dentro del vestuario le sirvieron como baluarte para mantenerse en la plantilla en el verano de 2017, el de la famosa limpieza.
El delantero aterrizó en Valencia tras una temporada ilusionante en la que, comandados por Nuno, los blanquinegros volvían a jugar la Champions. La llegada de un gallego de 19 años que acababa de convertirse en el jugador más joven en anotar un póker de goles, ilusionó a buena parte del valencianismo. Sin embargo, el curso de Santi Mina como el del Valencia en general fue decepcionante. Entre bailes de entrenadores y que el atacante no pudo desenvolverse en su posición (esa temporada solo jugó un partido como delantero centro, su posición natural) el jugador solo anotó cuatro goles en liga.
La siguiente temporada fue prácticamente lo mismo que la anterior. Baile de entrenadores y Mina sin poder jugar en su puesto natural. En una temporada en la que pasaron por el banquillo Pako Ayestarán, Prandelli y Voro, el futbolista volvió a jugar apenas nueve partidos como punta y el resto lo jugó en las bandas, donde apenas destacó.
Sin embargo, esas dos temporadas le sirvieron para madurar. Al jugar en una posición que no era la suya, Santi aprendió a explotar sus puntos fuertes y tratar de camuflar sus aspectos futbolísticos menos desarrollados. Que un jugador de área como Mina disputara dos temporadas en las bandas le sirvió para aprender a jugar en otras zonas del terreno de juego y poder estar a la altura de un Valencia de Champions como demostró en las dos siguientes campañas.
Pasada la limpieza y con un proceso de crecimiento superado, Mina afrontaba la llegada de Marcelino con la posibilidad de, por fin, jugar de delantero, su posición. Pero al goleador nadie le ha regalado nada desde que llegó a Valencia y la buena noticia de jugar de punta fue acompañada de la confirmación de que para el míster él era un jugador revulsivo y no titular. A base de goles y de aprovechar los minutos de juego, el gallego logró buenos números en las dos temporadas que estuvo con Marcelino, de hecho, en los dos últimos años ha sido el delantero que mejor ratio de goles ha tenido: en la campaña 2017-2018 anotó 15 goles en 1855 minutos y en la 2018-2019 fueron trece los tantos en 2706 minutos.
El Valencia deja marchar a Santiago Lorenzo Mina, un delantero al que se recordará como a aquel jugador que no entendía de estados de forma o ánimo, no importaba que el equipo llevara 10 victorias o 10 derrotas seguidas, él salía y jugaba igual, cuando tenías una racha positiva no se notaba tanto, pero cuando faltaba gol, él fue un oasis en el desierto.