El Real Madrid sobrevive al caos
Tras irse Zidane, el Madrid va de lío en lío: el fichaje de Lopetegui, su despido, Asensio, el 'caso Isco'... Pese a todo, está vivo en Liga, Champions (en octavos) y Copa.
Llegó a Roma un Real Madrid enfermo, como dijo Di Francesco en la víspera del partido de Champions, y se marchó otro consolado por el triunfo en el Olímpico pero aturdido por su última convulsión. Solari mandó a Isco a la grada y escenificó de esta manera el divorcio. Aún no ha sido titular con el argentino, que le ha utilizado únicamente 78 minutos en seis partidos. “Son decisiones puntuales en momentos puntuales”, justificó el técnico. Marcelo no lanzó un salvavidas a su compañero: “Somos mayores, hay que trabajar. No digo que Isco no trabaje, pero en el fútbol es así, trabajar y ver dónde está fallando para poder jugar”. El caso es que el de Isco ha sido el último terremoto de una temporada con continuos temblores en el Real Madrid desde la dimisión de Zidane. Y, pese a todo, el equipo está vivo: clasificado para octavos de la Champions como primero de grupo a falta de un partido; a seis puntos del líder de LaLiga (Sevilla), a cinco del Barça y cuatro del Atleti a pesar de sus estrepitosas caídas y con 25 jornadas aún por disputarse; y tiene un pie y tres cuartos del otro en octavos de la Copa (ganó al Melilla 0-4 en la ida). El Madrid sobrevive al caos…
Un caos que comenzó a anunciarse con la dimisión de Zidane. Fue Florentino Pérez, que acompañó, desconcertado, al francés en su comparecencia de despedida, el que provocó el primer seísmo de la nueva temporada al fichar a Julen Lopetegui, seleccionador español, a tres días del estreno de España en el Mundial de Rusia. Este movimiento del presidente del Real Madrid, que antes de echarle el lazo a Lopetegui fue coleccionando ‘noes’ de varios entrenadores, acabó con el técnico vasco fuera de la Selección y dañando la imagen del Madrid. Este ambiente enrarecido creado a raíz del fichaje del exseleccionador pareció ser un presagio de lo que acontecería a lo largo de la temporada. El Madrid ha ido de lío en lío: Florentino, metido en una espiral de ahorro para tunear el Bernabéu, dejó salir a Cristiano por poco dinero (100 millones), no lo compensó con un fichaje de altura y debilitó el equipo; el debate de la portería volvió a engordar por decisión de Lopetegui, que también puso la semilla del caso Vinicius, fichado por 45 millones, al ‘mandarlo’ al Castilla y no darle minutos; el aviso de Kroos a Julen (“Yo no soy un Casemiro”), aunque en Roma matizó (“No sé si me entendisteis mal o me quisisteis entender mal, sólo dije que mis características son diferentes”); Bale y su misteriosa “fatiga muscular”; el despido de Lopetegui tras varios partidos de agonía; el "no" de Conte y el ascenso de Solari (primero provisional y después, con contrato hasta 2021); Marco Asensio y su “no soy yo quien tiene que tirar del carro”, las revelaciones de Football Leaks sobre Sergio Ramos, la cruz de Solari a Isco...
A todo este 'ruido', el Madrid suma sus chascos sobre el césped. Perdió ante el Atlético la Supercopa de Europa y tras un inicio ilusionante se convirtió en un equipo indefinido, ahogado por una crisis de gol histórica (481 minutos sin marcar) y por derrotas estrepitosas ante el Sevilla (3-0), el CSKA (1-0), el Alavés (1-0), el Levante (1-2), el Barça (5-1) y, ya con Solari, en Ipurua (cayó 3-0). Sin embargo, el equipo aún tiene pulso.
El Madrid ya había ‘perdido’ la Liga en diciembre de la temporada pasada. En la jornada 13 era cuarto con 27 puntos, los mismos que el Atlético y a ocho del Barça, líder. Pero en esta campaña, a pesar de llevar siete puntos menos que el año pasado, sigue con vida en la Liga gracias al irregular arranque de Barcelona y Atlético. Los de Simeone (terceros a cuatro puntos de los madridistas) suman tres puntos menos que en la 2017-18 y los de Valverde (segundos, a cinco), 10. El Sevilla es el líder, a 'sólo' seis puntos de los de Solari. Y aún quedan 25 jornadas…La última muestra de esa 'solidaridad' de Barça y Atlético aconteció en la pasada jornada. Horas después del naufragio blanco en Eibar (3-0), azulgranas y rojiblancos se enfrentaban en el Wanda Metropolitano con la posibilidad de aumentar su diferencia con los de Solari (si ganaba el Barça se alejaba a 7 puntos y si lo hacía el Atlético, a seis)... pero empataron.
Mientras, en Europa el Madrid parece encontrar consuelo a sus males ligueros pues ya está en octavos como primero de grupo y a falta de una jornada por disputarse. Y encara la vuelta de dieciseisavos de la Copa contra el Melilla con un 0-4 a favor. Los blancos están instalados en esta campaña en un sobresalto continuo pero, por el momento, sobreviven…
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| Próximos partidos |
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