Courtois y Vinicius: Solari lanza un guiño al palco y le sale bien

Santiago Solari decidió lanzar un guiño al palco y la jugada le salió predoinda: apostó por la continuidad de Courtois (se estrenó como portero del Madrid en Champions) defendiendo los palos del Madrid y dio minutos a Vinicius, que también se estrenaba así en la competición europea. Con el belga, tras jugar en Liga ante el Valladolid, el técnico argentino decidió romper la decisión que Julen Lopetegui había adoptado a comienzos de la campaña: Keylor jugaría la Champions y Courtois la Liga. El tico ha disputado los tres encuentros de la Champions que ya se han jugado, pero la irrupción del nuevo entrenador ha cortado esa trayectoria. Desde el momento en el que se conoció la llegada del meta belga al Bernabéu, el debate (cerrado momentáneamente con esa decisión) ha estado abierto entre todos los sectores que conforman el universo madridista: directiva (siempre apostó por el belga, uno de los grandes fichajes del verano), plantilla (consideran al tico un pilar básico en el funcionamiento del equipo y uno de los adalides en los tres Champions recientes) y la afición (que considera al belga mejor portero, pero no por ello se le tiene menos cariño al portero costarricense, al que, al igual que la plantilla, ven cómo algo más que un simple componente desde que llegase a la disciplina blanca tras el Mundial de Brasil en 2014). Navas, tras conocer su suplencia, utilizó las redes sociales para mostrar su desahogo y enfado a través de un versículo de la Biblia.

De igual manera ha actuado con Vinicius, el otro gran fichaje blanco. El chaval, que ha cumplido 18 años el pasado mes de julio, y que jugaba en el Castilla, ya ha jugado los mismos partidos con el primer equipo que con el filial: cinco con cada uno. En todos ha dejado muestras de su enorme calidad y talento. Julen Lopetegui decidió que se fuese fogueando en el filial madridista (“es joven. Necesita tiempo de cocción”, contra el criterio de la directiva que le consideraba más que apto para integrar la primera plantilla. Su gestión con el joven talento brasileño fue un punto insalvable en su cese como entrenador del Madrid. El chaval fue titular en el estreno en Copa ante el Melilla y brilló. Participó en dos goles, tiró tres veces a la portería rival, estrelló un balón en el larguero… Apenas tres días después abrió el marcador para los blancos: ante el Valladolid y a falta de siete minutos para el final, una internada suya, con un disparo forzado, pegó en Kiko Olivas y se introdujo en la meta de Masip. Unos minutos después, una pared entre él y Benzema acababa en penalti sobre el francés. Ante el Viktoria se le vio acelerado, como con prisas en busca de poder marcar o de asistir a sus compañeros. Era su estreno en Champions. Los nervios del debut...

En apenas una semana, Solari ha demostrado ser más habilidoso que su antecesor. Ha sabido leer los deseos del presidente, los ha llevado a cabo… y por ahora le ha funcionado a las mil maravillas...