REAL MADRID - ATLÉTICO

Las claves tácticas del derbi

Los de Lopetegui se presentan bajo la duda de su distancia entre líneas y sus problemas en el repliegue. Griezmann y Lemar, bazas rojiblancas.

Comparecen Real Madrid y Atlético en el momento y lugar idóneo para verificar su rumbo en este inicio de temporada. El desastre del Pizjuán, unido al empate contra el Athletic y la tibia victoria ante el Espanyol, ha desencadenado las primeras sospechas sobre el equipo de Lopetegui. En el otro lado, en cambio, llega el conjunto rojiblanco en buena línea tras tres triunfos consecutivos asentados, en parte, en la reforma futbolística de Simeone. El derbi estará determinado por diferentes claves tácticas.

Posición y seguridad

La goleada del Pizjuán sacó a relucir todos los defectos del Madrid que ya se habían deslizado a lo largo del curso. Se ve un equipo partido en muchas fases, con las líneas inconexas en el plano defensivo y sin un escudo de garantías. Todo lo malo le sucede cuando no posee el balón tanto como quiere. El Sevilla le remató 16 veces, el Athletic probó a Courtois con 12 disparos y el Espanyol, que bordeó el empate, tiró en diez ocasiones. Casemiro sale de posición y la medular se vacía sin que los centrales terminen de anticipar. El juego entre líneas de los rivales desnuda al Madrid. El Atlético, precisamente, luce la buena sintonía de Lemar y Griezmann por dentro, los apoyos de Diego Costa y el pie de Koke para enlazar con entregas en corto o profundidad. La aportación ofensiva de los laterales rojiblancos, siendo todavía importante, se ha reducido. El conjunto de Simeone protagoniza 97 jugadas de ataques de media por encuentro, tres más que el propio Madrid. Si es capaz de retener el balón, puede generar inquietud máxima en su adversario.

La presión blanca

La problemática de la distancia entre líneas que padece el Madrid está ligada a la idea de Lopetegui de encajar un sistema de presión alta para arrinconar la salida rival. Empezó con un buen funcionamiento, especialmente lúcido en Champions contra el Roma, pero ha carecido de eficacia en los últimos encuentros. Hasta los jugadores y el técnico han dado síntomas de no terminar de creer en esta filosofía. El Madrid vaciló si ir arriba o no para apretar la salida del Sevilla casi toda la primera parte. Banega ejerció de constructor muy liberado. La comparativa directa con el Atleti muestra la bajada de rendimiento blanco en este registro del juego. El promedio de recuperaciones, interceptaciones y rechaces acaparados en campo propio alcanza la cifra de 42, cinco menos que el conjunto de Simeone. En el derbi habrá que ver cómo y dónde decide presionar el Madrid. Sus mejores minutos en la ya lejana Supercopa de Europa coincidieron cuando invadió terreno de juego y apretó a su rival en zonas muy adelantadas. Este Atleti de corte más asociativo toma riesgos y eso a veces trae dificultades (11 pérdidas en terreno propio por partido).

El pase madridista y la estabilidad atlética

El Madrid de Lopetegui busca asegurarse posesiones largas desde atrás e iniciar la jugada con pausa hasta encontrar el cambio de ritmo o el espacio. Los cambios de orientación de Kroos son decisivos para agitar las acciones ofensivas. Sin Marcelo y bajo la duda del estado físico de Carvajal, necesitará del desborde en las alas de Asensio y Bale para desajustar el aparato defensivo del Atleti. De Benzema, desaparecido otra vez en los últimos cuatro partidos, se espera que contribuya en zonas interiores con paredes y movimientos de arrastre. El Madrid acostumbra a volcar el juego por la izquierda por la presencia del lateral brasileño (37 ataques por ese costado) por lo que se verá obligado a equilibrar su pauta ofensiva. Juanfran sufrió en la Supercopa y sufrirá más si Lemar actúa por el mismo perfil. El Atlético ha extraviado su habilidad para jugar con resultados cortos si da un paso atrás. El Rayo, por ejemplo, pudo empatarle en el Wanda al no ofrecer en ningún momento un grado amplio de solvencia pese a estar en ventaja. Ha recuperado cierta estabilidad contra el Mónaco, Getafe y Huesca, pero el Bernabéu es otro nivel.

La transición y el repliegue

Aunque la propuesta de Lopetegui está destinada a dominar la posesión, el Madrid no traiciona su propia naturaleza y continúa amenazando al contraataque. Derribó al Espanyol al desplegarse con acierto después de un envío errado por Marc Roca en el mediocampo. De sus nueve goles en LaLiga cuatro han sido a la contra. Como contraste emerge su deficitario repliegue cuando le toca enfrentar situaciones parecidas en favor del rival. Dos goles del Sevilla tuvieron este origen. El Atleti no renuncia a las transiciones: 15 contras por partido...

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