Una línea divisora clara separa la temporada de Benzema hasta el momento. En los cuatro primeros partidos del curso oficial (Atlético, Getafe, Girona y Leganés) se vio la mejor versión del francés, enérgica y certera: siete disparos en total, los siete a puerta y cinco de ellos acabando en gol. Pero el parón de selecciones que tuvo lugar tras la visita del Leganés al Bernabéu hizo estragos en el delantero, que en las cuatro últimas citas, ante Athletic, Roma, Espanyol y Sevilla, ha ofrecido su peor cara: sólo cuatro tiros, ninguno a puerta y, claro, ningún gol.
Un bajón en el rendimiento que ha hecho mella en las cifras del Madrid: antes del parón, el equipo promedió tres goles por partido; tras el mismo, sólo 1,25 por encuentro. Y para colmo ahora le llega a Benzema el Atlético, rival que no se le da especialmente bien: sólo cuatro goles en 30 partidos. Además, ninguno de esos cuatro goles ha sido en el Bernabéu: tres en el Calderón y uno en Tallin, el pasado agosto en la Supercopa de Europa.
