GRUPO D | NIGERIA - ARGENTINA

Nigeria-Argentina: susto en noviembre, pleno en Mundiales

La albiceleste ha ganado los cuatro duelos en citas mundialistas al conjunto africano, pero cayó por un contundente 2-4 en Krasnodar a finales de año.

MLADEN ANTONOVAFP

Tras el triunfo de Nigeria frente a Islandia, las cuentas de Argentina son claras: ganar y apelar a que Islandia no dé la campanada. Sin embargo, tendrá enfrente a un rival de categoría; y es que el combinado africano, a pesar de su traspiés ante Croacia, ha demostrado ser un equipo compacto, físico y que llega muy fresco al tramo final de los partidos.

De hecho, la albiceleste lo ha sufrido en sus propias carnes el pasado mes de noviembre, curiosamente, en Krasnodar. Argentina cedió por 2-4 en la primera derrota de Jorge Sampaoli al mando. 

Aquel día, el técnico no pudo contar con Leo Messi, pero presentó un once similar al que podría alinear el próximo martes 26: con Otamendi, Mascherano, Di María, Banega, Pavón, Dybala o el Kun Agüero. Con la ristra de estrellas sobre el césped, la selección sudamericana se colocó 2-0 en el electrónico, pero acabó cediendo ante el empuje nigeriano y las flaquezas defensivas.

Nigeria, por su parte, disputó aquella contienda con cinco defensas y Obi Mikel, Ndidi, Iwobi e Iheanacho como hombres más destacados. Curiosamente, el héroe local tras el triunfo ante Islandia, Musa, no disputó ni un solo minuto y la estrella Víctor Moses no fue convocado por una lesión que le tuvo un mes fuera de los terrenos de juego.

Más allá de la cercana derrota, Nigeria y Argentina no se veían las caras desde el primer partido del Grupo F del Mundial de Brasil. La albiceleste sumaría sus tres primeros puntos de nueve totales en aquella cita mundialista. Quién sabe si puede servir de precedente, pero tanto Musa como Messi anotaron un doblete.

Así hasta un total de cuatro duelos en Mundiales entre ambos combinados: los cuatro con éxito argentino. En 2010, por 1-0; en 2002, por exactamente el mismo resultado; y, en 1994, de nuevo triunfo por la mínima por 2-1. O, lo que es lo mismo, siete goles para el bicampeón mundial y tres para el conjunto africano.

La historia habla, pero el presente marca la diferencia. Una última y contundente derrota frente a un pasado mundialista de éxito... ¿La próxima vez? El martes se verá.

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