Liga BBVA | Mallorca 0 - Barcelona 1

El Barcelona asalta el fortín del Mallorca

El conjunto de Guardiola se convierte en el segundo equipo capaz de ganar en el Ono Estadi en la presente temporada. El equipo culé dormirá líder y mete toda la presión posible al Real Madrid para el derbi de mañana ante el Atlético. Ibrahimovic logró el único tanto del partido en la segunda mitad.

ABEL ROMERA
DECISIVO. Ibrahimovic logró el único tanto del partido y otorgó al Barcelona los tres puntos en el Ono Estadi.Reuters

El Barcelona salió victorioso en su visita a la fortaleza del Ono Estadi con un triunfo que le sirve para dormir como líder a la espera del derbi madrileño que disputarán mañana el Real Madrid y el Atlético en el Santiago Bernabéu. El partido tuvo alternativas en el dominio y hubo multitud de ocasiones claras para ambos conjuntos en las que Aouate y Valdés fueron los verdaderos protagonistas. Tras marcharse ambos equipos al descanso con empate a cero en el marcador, fue Ibrahimovic el autor del gol que otorgó los tres puntos a su equipo. Tras un saque de falta de Xavi y una serie de rechaces en el área, el sueco acabó marcando su décimoquinto gol en Liga.

El conjunto culé aterrizó en Mallorca con el objetivo de conseguir los tres puntos para mantener su pugna por el primer puesto de la Liga con el Real Madrid. Una victoria serviría para dormir como líder a la espera del derbi madrileño y trasladar la presión a los del Bernabéu. Los azulgranas no lo iban a tener nada fácil, el Mallorca lo había ganado todo en su estadio esta temporada a excepción de un partido (33 goles a favor y 7 en contra) y sueñan con volver a la Liga de Campeones. Para asaltar la fortaleza del Ono Estadi, Guardiola sorprendió dejando a un Messi en estado de gracia en el banquillo, quizá pensando en el enfrentamiento ante el Arsenal. Pedro y Jeffren fueron titulares y Piqué y Henry vieron el partido desde la grada. Con la ausencia también de Xavi, las miradas se centraban en Ibrahimovic, que parece recuperarse poco a poco. El sancionado Busquets y los lesionados Abidal y Tuni se perdieron la cita.

El Mallorca comenzó el partido con la intensidad que ya es habitual en él en su estadio. La agilidad en la creación y el juego directo arriba de los bermellones propiciaron una doble ocasión clara de gol que evitaron el poste tras el disparo de Aduriz desde la frontal del área y un fenómeno Víctor Valdés tras el rechace de la madera y el disparo de Castro. La contundencia del conjunto local provocó que el Barcelona sufriera en el primer tramo de la primera mitad. A medida que pasaron los minutos, los culés fueron despertando y nivelaron las fuerzas borrando el dominio inicial de los de Manzano. Los visitantes se hicieron con la posesión del balón, algo que consideran esencial para hacer su fútbol. Con el esférico en los pies fueron hasta tres las ocasiones de gol que tuvo el conjunto catalán para adelantarse en el marcador antes de la primera media hora de juego. Aouate, muy atento, hizo gala de sus reflejos ante el remate de cabeza de Milito y ante las dos oportunidades de las que gozó Ibrahimovic.

Ante la clara ofensiva visitante, el Mallorca no se amedrentó y descartó dejar la iniciativa a su rival consciente de las catastróficas consecuencias que eso podía tener. Los baleares consiguieron que el tramo final de la primera parte se consumiera en una lucha en la medular del terreno de juego que en ocasiones desembocaba en llegadas a ambas áreas que no lograban finalizar los atacantes de ninguno de los dos contendientes. A falta de tres minutos para encarar el túnel de vestuarios, el Mallorca gozó de una inmejorable ocasión para irse al descanso por delante en el marcador. Una falta desde la frontal ejecutada de forma extraordinaria por Borja acabó estrellándose violentamente en el palo izquierdo de un Víctor Valdés que adivinó la intención del mallorquín en el disparo.

Sin cambios en ninguno de los dos equipos, pero con Leo Messi calentando en la banda y oteando el horizonte, comenzó el segundo acto. Aunque seguían los mismos 22 hombres sobre el terreno de juego, se comenzaron a apreciar variaciones en los sistemas e intercambios de posiciones entre jugadores de ambos conjuntos. Un contratiempo sufrido por Iniesta, que se retiró lesionado, precipitó la entrada al partido de Leo Messi, que sólo había calentado cuatro minutos. El equipo de Guardiola monopolizó el partido desde la reanudación y obligó al Mallorca a emplearse con dureza para frenar las embestidas de su rival. La presencia de Messi sobre el césped no tardó en notarse. Con el argentino con el balón en los pies, se apreciaba un gran nerviosismo de los jugadores locales ante lo que podía inventar el menudo delantero.

Manzano analizó los movimientos de piezas de Guardiola y no tardó en realizar también su primera sustitución del partido retirando a Víctor para dar entrada a Julio Álvarez. El conjunto local perdió gran parte de sus posibilidades de sorprender arriba para forjar un centro del campo más duro y rocoso. Rebasado el cuarto de hora llegó el segundo cambio del Barcelona que, a la postre, resultó decisivo para el devenir del choque. Touré dejó su puesto a Xavi, que tardó dos minutos en botar un saque de esquina que tras una serie de rechaces dentro del área fue remachado por Ibrahimovic a la red de Aouate abriendo el marcador y sumando su décimoquinto tanto de la temporada. Con el tanto del sueco, al Mallorca ya no le servía el resultado y el orden que había mantenido desde el inicio, necesitaba crear algo para intentar lograr la igualada. El ofensivo cambio de Keita por Mario a quince minutos del final fue la última bala bermellona para evitar la victoria culé.

El tramo final del encuentro fue un ir y venir de ambos equipos. Los locales en busca del empate, más con el corazón que con la cabeza, y el los visitantes en busca del segundo para sentenciar el partido. Las llegadas y las ocasiones cayeron en saco roto y el Barcelona sumó su vigésimotercera victoria liguera que le permite dormir como líder y meter toda la presión posible al Real Madrid para el derbi ante el Atlético de mañana. El Mallorca sufre su segunda derrota en casa en toda la temporada y tan sólo una victoria del Sevilla ante el Villarreal mañana le sacaría de los puestos de Liga de Campeones.

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