La sexta temporada competitiva de Overwatch arranca el 1 de septiembre, y en esta ocasión trae varios ajustes que el equipo considera imprescindibles para mantener el juego fresco y divertido, además de ir probando nuevas estrategias y ver como funcionan con la comunidad.
El primero de estos cambios es que la nueva temporada durará dos meses en vez de tres, una reducción justificada según los datos de los que dispone el equipo, que sitúan un mayor interés en las primeras semanas del comienzo de las temporadas. Al reducir su duración, pretenden mantener ese interés en el tiempo.
Los índices de habilidad también se regularán en concordancia, penalizando mucho menos a los jugadores y manteniéndolos de una temporada a otra en un nivel mucho más cercano al que deberían estar según su rendimiento del mes pasado.
Los mapas de Control también sufrirán un gran recorte temporal, pasando a ser partidas al mejor de tres en vez de al mejor de cinco, regulando una negativa tendencia a alargar en demasía las partidas y generando frustración entre los usuarios.
Mejorando los emparejamientos de Overwatch
Para finalizar, han modificado la gestión de asignación de partidas para intentar solucionar el espinoso problema de emparejar a los jugadores con mayor habilidad entre ellos. Jeff Kaplan, director de Overwatch, ha reconocido que al haber menos jugadores de mayor rango, es más complicado separarlos del resto de la comunidad.
Por lo tanto, han preferido hacerles esperar un poco más a la hora de crear partidas con tal de que logren una experiencia mucho más equilibrada y precisa, más acorde con su nivel. Eso también reduciría los casos en los que jugadores mucho menos expertos sean machacados por equipos mucho mejor coordinados, algo que a día de hoy resulta muy habitual por lo complicado que es separarlos a todos.