Blizzard anunció la existencia de los War Chests durante la pasada edición de la BlizzCon, pero sin ofrecer demasiados detalles sobre su funcionamiento ni para que servían, manteniendo el misterio hasta ahora.
Servirán como modelo de mecenazgo para las competiciones de la World Championship Series de Starcraft II, ofreciendo contenidos exclusivos a los usuarios del juego en forma de skins, grafitis y emblemas (siguiendo la fórmula de Overwatch) a cambio de un precio. Estos cofres podrán ser de tres tipos, uno por cada raza jugable, y valdrán 10 euros cada uno. También se podrá obtener un pack con los tres por 25 euros.
El 25% de lo recaudado se destinará al bote de premios de los torneos oficiales de Starcraft II, funcionando como refuerzo de su escena competitiva, cada vez más creciente en Europa y que sigue disponiendo de una fiel comunidad de seguidores a pesar de la llegada de nuevos títulos más atrayentes para los jóvenes.
Un impulso para Starcraft II como esport
Según Blizzard, la llegada de estos cofres potenciará que se siga jugando al aportar nuevos contenidos al tiempo que se fomenta que la comunidad sea parte activa en la escena competitiva, algo que se ha puesto de moda en los últimos años en otros esports como League of Legends o Dota 2.
Estos cofres podrán comprarse hasta octubre, y posteriormente se convertirán en añadidos con un precio mayor y que ya no contribuirán a los botes de premios hasta que comience la liga del año que viene. El bote inicial para los mundilales de 2017 será de 200.000 dólares, e irá subiendo a medida que los usuarios vayan comprando War Chests.