¿Qué quiere conseguir Riot Games con el Sistema de Franquicias?

Comencemos con los jugadores. Los jugadores no pueden competir sin organizaciones. No sólo las organizaciones pagan a los jugadores, sino que también ayudan a los jugadores a llegar a su máximo nivel, proporcionándoles un entorno donde sólo pueden centrarse en mejorar su juego. También, la rivalidad entre los equipos crea una narrativa interesante.

Para Riot Games, las organizaciones son socios importantes, ya que permiten administrar la liga con mayor facilidad. Sin organizaciones que manejen equipos por su cuenta, Riot Games tendría que invertir más tiempo, personal y esfuerzo para operar una liga. De hecho, sería imposible para una sola entidad micromanejar a cada equipo, considerando el número de diferentes ligas y equipos existentes en todo el mundo.

El sistema de relegación es un gran riesgo para las organizaciones. Ni siquiera los equipos de la LCS pueden garantizar que obtendrán ganancias. Si un equipo es relegado, el equipo ya no será atractivo para los inversores ni para los futuros aficionados, ya que no jugarán en las 'grandes ligas'. Puesto que los puntos en el LCS son limitados, no hay ninguna garantía de cuando serán promovidos otra vez. Una vez más, este es un riesgo que enfrentan todos los equipos, y desalienta nuevas inversiones.

Por ejemplo, CJ Entus ha sido tradicionalmente una de las potencias en la LCK, la máxima competición de League of Legends en Corea del sur. La mejor actuación de CJ Entus fue ser el subcampeón del Mundial de 2012, pero fueron relegados en 2016, y no han conseguido ser promovidos a la LCK para la División de Verano de 2017. CJ es uno de los pocos conglomerados que poseen equipos de esports en Corea, y si deciden desconectar los esports, servirá como un mal ejemplo para otras compañías que buscan poseer o patrocinar un equipo de deportes electrónicos.

Con estos cambios, Riot eliminó efectivamente los peligros del descenso y hizo que LoL esports resultara más atractivo para futuras inversiones.