La Liga de Videojuegos Profesional (LVP) es la precursora de la máxima competición de eSports en España, la División de Honor, donde compiten los mejores equipos nacionales en las respectivas ligas de League of Legends, Counter Strike y Call of Duty.
Recientemente Orange, una de las mayores compañías de telefonía, se ha asociado con la LVP como patrocinador principal y una de las primeras grandes consecuencias es el cambio de nombre de la liga.
En Gamergy se ha anunciado que la División de Honor pasará a llamarse Superliga Orange. Se trata de probablemente el mayor cambio de la historia de esta competición. En 2017 la compañía pasará a tener un nuevo plató y contará con nuevos contenidos.
La División de Honor se convierte en la #SuperligaOrange: más espectacular, más profesional, más emocionante.
— LVPes (@LVPes) 18 de diciembre de 2016
¡2017... allá vamos! #eSports pic.twitter.com/osO9TQAOBl
Los esports son un fenómeno deportivo seguido por el 22% de la población entre 16 y 30 años. Con 23,2 millones de espectadores, la LVP tuvo un crecimiento de audiencia en 2016 del 40%, colocándose en el top 10 de las competiciones deportivas más seguidas nacionalmente, rivalizando con grandes eventos como la Vuelta Ciclista España y con un seguimiento comparable al tenis.
"Para nosotros la llegada de Orange es como la graduación. Es un impulso muy importante en varias facetas. Va a aumentar el nivel de exigencia porque es un player de primer nivel, que conoce el deporte y que va a ayudar a dar el siguiente paso a nivel de contenido", declaró Jordi Pomarol, Consejero delegado de Fandroid.