La actualización de Shyvana y sus mejoras globales por acabar con dragones han acabado de poner el foco en la jungla. Bien es cierto que tanto durante el metajuego del cambio de líneas como en el actual, más estándar, la jungla ha jugado un papel central ya desde la fase de Picks y Bans. Los personajes jugables a primer nivel son numerosísimos y apenas hay formas de dejar fuera de juego al enemigo con solo tres bans; e incluso hemos visto hasta cinco en partidos puntuales de la DDH, la competición doméstica más poderosa.
Olaf, Lee Sin, Hecarim, Graves o Zac ya eran habituales, pero los cambios a los asesinos han traído tanto a Rengar como a Kha’Zix además de que Ivern y Vi parecen haberse colado por fin en la ecuación gracias a los cambios en la jungla. Tantas opciones fomentan por tanto pocas respuestas seguras. Un jugador del carril medio o superior debe jugar con poca información del contrario. No es solo tratar de sobrellevar una línea contra un enemigo, si no que es necesario saber a qué jungla te vas a enfrentar, algo que no es posible a no ser que aparezca antes en las elecciones. Campeones seguros como Poppy, Orianna o Viktor se presentan en estos momentos como personajes ideales contra la incertidumbre.
Riot tenía la intención de que con la actualización a los campamentos neutrales y es textual: “Queremos fomentar la variedad en las rutas que los jugadores tomen dentro de la jungla”. Pues bien, parece que existe una ruta demasiado poderosa en los momentos tempranos del juego. Si se limpia el campamento del Ancestro Ígneo para posteriormente pasar al de los tan comentados Krugs Matrioska se consigue el nivel tres de una manera insultantemente rápida, siempre y cuando se tenga buena limpieza en los segundos monstruos.
Puedo hablar en primera persona. Probando esta ruta con Nocturne al minuto 5 ya tenía primera sangre, nivel tres y medio y un pequeño sentimiento de pena por el toplaner enemigo. El problema no es esto, que también, es que simplemente recluyéndote en la jungla para eliminar a todo bicho viviente se supera en nivel en bastantes ocasiones a los personajes de las líneas. Charlando con un entrenador de la División de Honor de LoL me dio la siguiente respuesta: “Piensa que no solo los aciertos están mucho más recompensados, si no que los fallos se pagan mucho más caros en esta nueva jungla”. No estoy en desacuerdo con esa filosofía pero, ¿es un acierto limitarte a asesinar monstruos neutrales esperando que tus compañeros sean autosuficientes?, en vista del oro y experiencia conseguidas el juego dice que sí, que el jungla debe asegurar objetivos neutrales para que en un posible juego tardío su equipo pueda arrollar; los cambios a Shyvana dicen eso de manera implícita.
Volviendo a las palabras del técnico, es cierto que los fallos están mucho más penados. El caer en un contra-gankeo o perder campamentos propios a manos del enemigo resta mucha experiencia al jungla. El problema viene cuando el que ese personaje esté en menor nivel respecto al equivalente del otro equipo se traduce en menos daño en el Aplastar, herramienta fundamental para asegurar objetivos neutrales como Dragones o Nashors. Los fallos individuales dan una ventaja enorme al otro jungla, desembocando en una gran pérdida de poder al equipo. El efecto bola de nieve gana importancia.
Pienso que la posición de jungla debe tener más importancia de la que ha tenido históricamente, pero darle poder de manera fácil no creo que sea el camino. Que coexistan tantos personajes en el rol es un paso en el buen camino y no olvidemos que estamos en pretemporada, las cosas aún pueden cambiar mucho y sobre todo, ajustarse.