Carlos Rodríguez Santiago es una de las figuras más representativas de la industria de los deportes electrónicos tanto a nivel español como internacional. Pasó a ser conocido mundialmente gracias a League of Legends, juego en el que compitió al máximo nivel durante varios años bajo el alias de "Ocelote". Hace ya un tiempo que desconectó el ratón para fundar uno de los clubs más importantes del sector: G2 Esports. Ahora, siendo padre y empresario, tiene un estilo de vida muy diferente al de un jugador profesional.
Juan: Este año ha sido crucial para G2, ¿Cuál es tu valoración respecto la primera temporada en la LCS?
Carlos: El hecho de venir de la segunda división y ganarlo todo en Europa son buenas noticias, indica que hacemos algo bien. Pero no creas que estamos tampoco súper contentos, es decir, la razón por la que llegamos a primera división y lo ganamos todo es porque somos bastante ambiciosos en el sentido de que si algo va bien “no nos echamos los huevos al hombro”. Estamos bien reconocidos, pero no es suficiente, queremos más. Queremos ganar un mundial, queremos ganar en torneos internacionales, queremos mantener la consistencia, queremos seguir haciendo buen contenido, etcétera. No acaba aquí.
No es suficiente, queremos más. Queremos ganar un mundial.
Juan: ¿Cuál es tu perspectiva respecto al mundial de League of Legends?
Carlos: Teníamos unas expectativas muy altas. Llegamos bastante confiados en el sentido de que las partidas de práctica fueron muy bien. Reconocíamos a nuestro equipo como un equipo top y nuestra meta realmente era llegar a las finales. Obviamente no fue así.
No pasáramos de grupos por una combinación de factores, por ejemplo, tenemos jugadores que tienen 17 años, pues imagínate, con 17 años llegas a un mundial con un montón de gente teniendo ganas de verte jugar, con muchísima presión, pues te tiembla la mano, es normal.
Pero en cualquier deporte siempre hay un mañana y el mañana es la LCS y hay que volverla a ganar otras dos veces y luego hay que ir a los mundiales a hacerlo bien.
Con 17 años llegas a un mundial con muchísima presión... te tiembla la mano.
Juan: A la final llegaron dos equipos coreanos. Desde la tercera temporada que están dominando, ¿cuál crees que es la diferencia entre Corea y occidente en esports?, ¿Tan complicado es competir contra ellos?
Carlos: Yo creo que al final todo acaba en cultura. Tienen una cultura bastante estructurada. Realmente hay mucho dinero en juego ahora mismo en Corea del Sur en esports. El dinero crea un círculo virtuoso, te permite crear estructuras más complejas. Te permite de alguna manera poner a los jugadores en una dinámica 1% mejor y, al fin de cuentas, la diferencia en una partida es un 1% y en ese 1% es donde los coreanos son mejores.
Por lo demás, yo creo que Norteamérica y Europa están dando mucho en el sentido de infraestructura, de posibilidades, de oportunidades, de dinero. Y por ello cada vez se verá una mejora y cada vez habrá menos diferencia entre regiones.
Juan: ¿Cambiarías algo en este sector tan joven?
Carlos: Está creciendo de manera natural. Creo que hacen falta un poco más de hechos, más números para de alguna manera ir de mano a mano con el hype. Normalmente la mayoría de la gente que tiene dinero, que es donde se crea oportunidad realmente, los billonarios, están interesados en números. También en la emoción que conlleva tener un club de esports, pero mayoritariamente en números. El Real Madrid está interesado en el número de fans que tienes, el número de impactos que tu marca puede conseguir.
Pero a parte de eso yo creo que la industria está creciendo naturalmente y creo que no cambiaría realmente nada. Lo único tener una mente más abierta para contratar talento, el talento es lo más importante en cada empresa y en esports no es diferente.
Juan: Respecto a los gurús, ¿cuál es tu opinión sobre este tipo de personalidad en los esports?
Carlos: A fin de cuentas, esports no es diferente a otro sector. Siempre hay gente que se vende bien y que no tiene ni idea y habrá gente que no se venda bien y que sepa bastante.
Al ser un sector que está en constante crecimiento y que no ha llegado siquiera a un décimo de su potencial todas las empresas dentro de los esports crecen con la ola. Eso no quiere decir que esas empresas tengan mucho talento o que sepan hacer muy bien las cosas, quiere decir que sencillamente son parte de la ola y la ola sube, la ola crece. El problema va a llegar cuando la ola deje de crecer a esta velocidad, no sé cuanto tiempo pasará hasta que eso ocurra pero de momento la ola crece muy rápido y el talento dentro de los esports es bastante limitado.
Cuando el talento de industrias como fútbol, NBA, industrias incluso tecnológicas: Apple, Google, etcétera. En cuanto ese talento aparezca por esports y entienda el cómo hacer los deportes electrónicos un entretenimiento top entonces vamos a ver un filtro. Va a ser un filtro para que la directiva de las empresas de esports hoy en día puedan solo permitirse tener gente con talento para sobrevivir. Sino se los van a comer.
Es un sector que está en constante crecimiento y que no ha llegado siquiera a un décimo de su potencial.
Juan: ¿Hay algo que cambiarías de la escena competitiva como dueño de un club?
Carlos: Sí, lo primero es que es necesario que venga otro videojuego. Está Counter Strike, League of Legends y Hearthstone como los más importantes. Luego está Dota y quizás Overwatch como secundarios... Está claro que cuantos más juegos tier 1 haya mucho mejor para los clubes ya que dependen menos de los publishers, es decir de Riot Games, de Blizzard, de Valve… Siempre como club quieres depender menos de los desarrolladores, porque como tienen demasiado poder es posible el equilibrio de poder no sea lógico.
Juan: ¿Qué tal con el equipo de Counter Strike? Hay momentos en los que tenéis grandes éxitos y luego de repente no, ¿es la propia naturaleza del Counter?
Carlos: El Counter Strike es un juego que lleva mucho tiempo vivo y un montón de equipos son muy buenos. Es realmente el esport que más depende de la inercia con la que venga el equipo. Si el equipo viene con una energía, con una dinámica súper buena, es muy posible que lo haga bien en el evento. Si el equipo viene un poco de bajón... tienen 12 torneos al año y algunos no van a salir al 100%, es normal. Por esa razón hay eventos que los arrasamos y hay eventos que perdemos en cuartos de final, es completamente lógico. Se puede ver, está SK Gaming, uno de los mejores equipos del mundo ahora mismo, que gana gana gana y, de repente, pierde pierde pierde. Es imposible que con tantos eventos todos los equipos puedan estar al 100% siempre.
Juan: En toda tu carrera, ya sea como jugador o como dueño del club, ¿cuál ha sido el momento más memorable?
Carlos: Ha habido muchos. Yo creo que, como dueño, cuando ganamos la LCS (League of Legends Championship Series). Eso y cuando vendimos el equipo de CS:GO por cerca de un millón y cogimos uno mejor gratis. Eso fue un chute de adrenalina realmente.
Como jugador también tuve momentos muy bonitos como cuando me clasifiqué por primera vez para el primer mundial de League of Legends o para el mundial de World of Warcraft. Todos esos momentos están vinculados a la victoria o al éxito de alguna manera.
Me lo estoy pasando mejor como dueño del club que como jugador.
Pero no me guío por ese éxito, me guío por éxito del día a día. El éxito de levantarme muy temprano y de hacer cosas, de crear cosas. El tener llamadas de dos, tres horas para hablar solo un pequeño detalle de un video y luego ver que ese detalle la gente lo aprecia, se da cuenta de ello. Ese tipo de cosas son las que realmente más me llaman. Son pequeñitas, pero si cada día haces un par de ellas te otorga un propósito a lo que haces.
Y al final un fundador de una empresa siempre quiere crear. Es lo que le gusta, es lo que quiere hacer. Quiere crear impactos, quiere crear valor. Quiere crear trabajos, quiere crear todo.
Juan: ¿Qué podemos esperar de Ocelote en el futuro?
Carlos: Pues de momento he aprendido que tener un foco amplio es malo. Te iba a decir que tengo energía para ser dueño de seis compañías [risas], pero… aunque es cierto que creo que la tengo, la realidad es que no puedes hacer una empresa legendaria, un legado, cuando tienes diferentes cosas enfrente de ti.
Quiero que G2 sea el Real Madrid de los esports.
Yo me levanto, pienso en G2, me acuesto, pienso en G2. Me levanto a las 4 de la mañana con sudor, pienso en G2. me ducho, pienso en G2, leo un libro, pienso en G2 [risas]. No puedes crear una empresa legendaria sin tener el foco en esa empresa. Si tuviera dos empresas no pensaría en G2 todo el rato y no la haría legendaria que es lo que quiero. Quiero que G2 sea el Real Madrid de los esports.