El precio de la luz en el mercado mayorista es uno de las principales preocupaciones de los ciudadanos españoles cada mes. Durante el pasado año, el coste del megavatio hora registró diferentes subidas hasta llegar a cifras superiores a los 300 euros.

Sin embargo, esa cantidad se ha visto incrementada en las últimas semanas como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania. El pasado 8 de marzo se registró el mayor pico, cuando el precio alcanzó los 544,98 euros. Pese a ello, no es el único factor que ha provocado esta tendencia al alza de los precios. La elevada demanda, y los precios de los derechos de emisión de CO2 o del gas natural, influyen en el encarecimiento de las facturas.

Actualmente, el coste de la factura varía en función de si estamos acogidos al mercado regulado, o al mercado liberalizado. En el caso de los hogares que están en el mercado libre, el particular y la comercializadora son quienes establecen los precios, con lo que hay más libertad para negociar. En cambio, quienes están en el mercado regulado (conocido como PVPC) tienen una tarifa oficial fijada por el Gobierno.

Una de los problemas que se han encontrado muchos usuarios en este inicio de año, es un elevado precio en la factura que no se corresponde con el precio que deben pagar al mes. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recibido numerosas reclamaciones de clientes por el cambio de tarifas que se produjo con la aprobación de la nueva factura de la luz aprobada el pasado mes de junio.

Entre todos estos clientes, destaca el caso de Paco y María Belén, cuyo testimonio recoge 'El Español'. Este matrimonio recibió este mes una factura de la luz que llegó con ocho meses de retraso, y en la que le pedían el pago de 1.242 euros por un consumo de 7.007 kilovatios que realizaron durante el mes de junio en 2021. "Nunca pasamos de 190 kilovatios al mes, eso es el consumo de un año", declararon.

El arrastre de lecturas, el motivo de este "encarecimiento"

Ambos informaron de un correo electrónico enviado por la compañía Holaluz, en el que avisaban al matrimonio de que, en caso de que no regularizaran su situación al abonar la cantidad solicitada, procederían con el corte del suministro de luz. Paco optó por hacer reclamaciones a la compañía, y también por contar su caso al citado medio, que envió un correo a la empresa mencionada para comprobar cuál era la situación del matrimonio.

Una vez solucionado el problema, la compañía notificó al matrimonio que el motivo por el cual exigían más de mil euros en una factura de la luz cuyo consumo correspondía al mes de junio, se debía a un arrastre de lecturas provocado por el cambio de nuevos peajes en la factura.

Finalmente, la cantidad que tuvieron que abonar fue infinitamente inferior a la demandada en un principio por la compañía eléctrica, y en lugar de pagar 1.242 euros, tan solo tuvieron que pagar 26 euros. En Cataluña, se abrió un expediente sancionador a EDistribución, la distribuidora de Endesa, con una propuesta de multa de 600.000 euros por retrasos en la emisión de facturas a empresas y particulares.