El alquiler perfecto: la regla de la de las 40 veces
Este método fija el límite máximo del alquiler en el resultado de dividir el sueldo neto anual del trabajador entre 40, aunque no siempre es realizable.
Pagar por la vivienda es el gasto más grande que tienen que afrontar la mayoría de los españoles cada mes, ya sea por la hipoteca o por el alquiler. El aumento del coste de este último ha provocado que el gobierno tenga que tomar medidas como la ley de vivienda o el bono joven para facilitar el acceso a independizarse. No obstante, esto sigue siendo un problema y, por ello, se han creado varios métodos para calcular cuánto debe gastar una persona en este concepto.
Una de estas fórmulas, según El Economista es la de la regla de las 40 veces, que calcula el precio a pagar del alquiler en función del salario anual del interesado. De esta forma, se debe pagar un máximo cada mes que resulte de dividir el sueldo anual neto del trabajador entre 40. El resultado será la cantidad máxima que deberá pagar en concepto de alquiler.
Así, el resto del sueldo puede destinarse a otros conceptos también importantes como el pago de las facturas y las comidas de cada mes, la letra del vehículo (si se tiene) y el combustible, cultura, restauración, viajes... Además, en función del sueldo también puede destinarse una parte a los objetivos particulares de ahorro, aunque hay muchas familias que llegan justas a final de mes con todos los pagos anteriores y no consiguen ahorrar.
Una situación ideal, pero no real
Por ejemplo, un sueldo neto de 20.000 euros anuales debería dividirse entre 40, obteniendo un límite máximo de 500 euros en el alquiler. De esa manera, podría tener una economía relativamente sostenible, en función del resto de gastos. Sin embargo, en algunas comunidades y, sobre todo, ciudades es muy difícil encontrar alquileres por esos precios. Más aún si se trata de un trabajador con un sueldo inferior. En el caso de un empleado a tiempo parcial con un sueldo de 8.000 euros netos anuales, su alquiler máximo sería de 200 euros mensuales, algo casi imposible de encontrar a no ser que comparta casa con otras personas.
Por tanto, esta fórmula está basada en un escenario ideal, uno que no tiene en cuenta la situación real actual del mercado de alquiler en España. Por ello, puede servir como referencia, pero nunca como regla de oro. De hecho, en ciudades como Madrid o Barcelona, es difícil encontrar ofertas en las que el compartir piso con otras personas cueste menos de 500 euros a cada uno de sus integrantes. Mientras tanto, el precio medio del alquiler continúa subiendo (+0,9% en enero) y ya se sitúa en 10,6 euros por metro cuadrado, aunque en ciudades como las anteriormente citadas se sitúa entre los 14 y 15 euros por metro cuadrado, según Idealista.