Un estudio publicado en medRxiv determina que tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna han perdido efectividad contra la variante Delta, siendo la de Pfizer la que más bajado su eficacia. En un trabajo de campo en el que han participado más de 50.000 pacientes del Mayo Clinic Health System de Estados Unidos, los investigadores han determinado que, en el mes de julio, la efectividad de Pfizer había caído desde el 76% que marcaba a inicios de 2021 al 42%. Por su parte, Moderna también ha reducido la eficacia, pero sin que la reducción sea tan pronunciada, puesto que ha pasado desde el 86% de inicios de año al 76% del mes de julio.

A pesar de ellos, los autores del estudio indican que ambas vacunas continúan siendo efectivas para prevenir la hospitalización por COVID-19, aunque indican que una tercera dosis de refuerzo puede ser necesaria pronto para todas aquellas personas que fueron vacunadas con estas dosis a principios de año.

Otros estudios

No es la primera vez que un estudio concluye que la vacuna de Pfizer es menos eficaz contra la variante Delta que contra otras variantes. Un estudio realizado por el Instituto Pasteur en Francia afirma que los anticuerpos neutralizantes tras recibir el vial de Pfizer son de tres a seis veces menos eficaces contra la variante Delta que contra la Alfa (británica).

Por su parte, hace semanas, antes de comenzar a inocular la tercera dosis en el país, el Ministerio de Salud de Israel aseguraba que la protección de la vacuna contra la variante Delta sería únicamente del 64%, cerca de un 30% de lo inicialmente asegurado. Por su parte, la Agencia de Salud inglesa aseguró la eficacia de Pfizer o AstraZeneca se redujo hasta el 79%, trece puntos por debajo de la protección que ofrecen estos sueros contra la variante Alfa.

Pfizer mantiene la eficacia de su vacuna, pero pide la tercera dosis

Al paso de estos estudios salió hace semanas el jefe científico de Pfizer, Mikael Dolsten, quien negó que la vacuna de su compañía haya perdido eficacia contra Delta. La única razón, explicó, es que hay muchas personas que recibieron los pinchazos a principios de año, por lo que los anticuerpos que generan las dosis ya se habrían reducido.

Por eso, reconoció que su vacuna ha podido sufrir desgaste, pero dejó claro que continúa siendo eficaz al 93% para prevenir hospitalizaciones y cuadros graves de COVID-19. No obstante, insistió en la necesidad de inyectar dosis de refuerzo, una tercera dosis que ya se ha empezado a poner en Israel y otros países como Francia, Alemania, Reino Unido o Estados Unidos tienen en la agenda para después de verano.

En España el Gobierno no ha dado fechas para comenzar a inocular la tercera dosis, pero el Gobierno a través tanto de Sanidad como de otras portavocías de otros ministerios ha dado por hecho que será una realidad más temprano que tarde.