Un estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), junto con el Hospital Clínic de Barcelona, ha revelado que los anticuerpos IgG frente a la proteína spike del coronavirus SARS-CoV-2 se mantienen hasta los siete meses tras la infección. Incluso, aseguran, pueden aumentar, de acuerdo con los datos de dicho estudio, en el que se ha realizado un seguimiento de una cohorte entre el personal sanitario.

Los resultados, publicados también en la revista Nature Communications, apoyan también la idea de que los anticuerpos ya existentes contra los coronavirus del resfriado común pueden llegar a proteger contra la COVID, según ha indicado el ISGlobal y el Clínic de Barcelona. "Aunque la protección cruzada por inmunidad preexistente a los coronavirus del resfriado común aún no se ha confirmado, podría ayudar a explicar la susceptibilidad tan diferente de la población a la enfermedad", explica Carlota Dobaño, investigadora del ISGlobal.

Varios tipos de anticuerpos

Con el objetivo de poder predecir la evolución de la pandemia y llevar a cabo estrategias que resulten eficaces, es necesario entender como funciona la inmunidad contra este coronavirus y el posible papel de anticuerpos previos. Así, se analizaron los diferentes niveles de anticuerpos contra varios antígenos del SARS-CoV-2. "Se trata del primer estudio en evaluar la respuesta de anticuerpos frente a un panel tan amplio de antígenos del Sars-CoV-2 a lo largo de siete meses", indica Dobaño.

El equipo de expertos analizó, entre los meses de marzo y octubre del año pasado (los primeros meses de pandemia), un total de 578 muestras de sangre de los participantes. Para ello se valieron de una tecnología conocida como Luminex, con la que midieron el nivel y tipo de anticuerpos IgA, IgM o IgG contra seis antígenos diferentes del virus. Igualmente, otros cuatro coronavirus causantes del resfriado común.

"De manera sorprendente, en el 75% de las personas se vio incluso un aumento de anticuerpos IgG anti-Spike a partir de los cinco meses, sin ninguna evidencia de que hubieran estado re-expuestas al virus", asegura Gemma Moncunill, coautora del estudio. Esto no se observó, apunta el estudio, en los anticuerpos IgM e IgG contra la nucleocápside del virus, pero sí en el resto de anticuerpos de este último tipo.

Anticuerpos de resfriados

Finalmente, en referencia a los anticuerpos contra los coronavirus de resfriados comunes (HCoV), los resultados indican que puede ofrecer una protección cruzada contra la COVID-19. Así, los infectados tenían niveles más altos de IgG e IgA anti HCoV, mientras que las personas asintomáticas tenían unos niveles mayores de IgG e IgA frente a estos que aquellas sintomáticas.