ACTUALIDAD

La desorbitada factura de la luz de una pizzería de Granada

El dueño de Pizzametro ha compartido en redes la última factura de la luz, cercana a los 4.000 euros, casi el doble que lo que pagaba de media antes, confiesa a Ideal.

0
La desorbitada factura de la luz de una pizzería de Granada
Pizzametro

De un tiempo a esta parte el precio de la luz se ha disparado hasta alcanzar registros máximos históricos. Pese a la rebaja del IVA, el mes de julio que acabamos de dejar atrás es el mes con el precio de la luz más caro de la historia. Esto, sumado al complicado año y medio en el contexto de pandemia, hace que muchos locales se vean abocados al cierre irremediable.

Es el caso, por ejemplo, del dueño del restaurante Pizzametro, en Granada. A través de sus redes sociales ha compartido su última factura de la luz, que se ha vuelto viral por lo alto de la misma. "Estamos destinados a cerrar todos, antes o después. Cuando luchas contra un enemigo más fuerte no hay nada que hacer", publica junto a la factura de 3.730,14 euros.

En una conversación con el diario Ideal, Alessando Imperiali, el dueño del establecimiento, destaca el gran incremento en la factura que ha sufrido, pasando de unos 2.000 euros a prácticamente el doble. La tipología de su negocio, con tres hornos eléctricos que están activos precisamente en las horas punta, hace que el gasto se incremente de forma desorbitada. "Son lo que más chupa del restaurante, para que funcionen perfectamente a las 13 los tengo que encender a las 11", cuenta a Ideal.

Situación crítica

Alessandro llegó a la ciudad andaluza desde Nápoles hace ya 14 años, y allí fundó su negocio en la Calle Gran Capitán. Ahora, con las pérdidas por la pandemia y un recibo de la luz que no para de subir, teme que tenga que echar el cierre para siempre. "Estamos haciendo un estudio para ver si podemos reducir los gastos de la luz. He invertido todos mis ahorros en aguantar el cierre por la pandemia, no tengo dinero para invertir en adaptar el restaurante y así reducir el consumo. Llevamos año y medio perdiendo dinero cada mes".

El italiano, con diez empleados a su cargo en el negocio, explica que son precisamente ellos por los que no quiere cerrar, a pesar de estar únicamente en pérdidas desde el inicio de la crisis sanitaria. "Llevo más de un año pensando en cerrar, pero no quiero poner a 10 personas en la calle. No puedo, tienen hijos", lamenta Alessandro.