Según los datos del séptimo Informe de Farmacovigilancia sobre vacunas COVID-19, hasta el 11 de julio fallecieron en nuestro país 254 personas que habían desarrollado efectos secundarios graves tras vacunarse contra el coronavirus. De ellas, siete perdieron la vida por trombos asociados al suero de AstraZeneca, lo que supone dos más desde el pasado mes de junio.

Tal y como detalla Sanidad, hasta la citada fecha se han inoculado 47.780.916 dosis a 28.128.536 personas. Por tanto, la cifra de fallecimientos no representa más que el 0,0009% de las personas que ya han recibido por lo menos un pinchazo. El 70% de los medicamentos administrados son de Pfizer; el 18%, de AstraZeneca; el 9%, de Moderna; y el 3% restante de Janssen.

Reacciones mayoritariamente leves

De todas estas inmunizaciones, se han notificado 32.901 efectos secundarios, que suponen 67 por cada 100.000 dosis administradas. Los que más los sufren son la población joven y son más numerosos entre las mujeres que en los hombres (77% frente al 33%).

La gran mayoría de reacciones fueron de carácter leve: décimas, dolor de cabeza, en la zona de vacunación o malestar son algunos de los más frecuentes, mientras que 6.390 se consideraron graves. Dentro de este grupo es donde se registraron las 254 muertes que Sanidad ha relacionado con la vacuna contra el coronavirus, aunque puntualizan que puede no ser su causa.

"Estos acontecimientos no pueden considerarse relacionados con las vacunas por el mero hecho de notificarse. En la gran mayoría de los casos notificados en España, el fallecimiento se puede explicar por la situación clínica previa del paciente y/u otros tratamientos que estuviera tomando, y las causas son diversas sin presentarse un patrón homogéneo", explica el documento.

Por vacunas

El informe no especifica qué vacuna habían recibido las personas que fallecieron tras notificar efectos secundarios graves, salvo en el caso de AstraZeneca por los casos de trombosis combinada con bajada de plaquetas. Tampoco hay información de eventuales reacciones adversas relacionadas con la pauta heteróloga que combinó AstraZeneca y Pfizer para los menores de 60 años que recibieron la primera dosis de la vacuna anglosueca.

En términos generales, las vacunas que más efectos adversos han producido son AstraZeneca y Moderna, con las que se ha notificado un 0,1% del total de las que se han puesto (8,4 millones de AstraZeneca y 4,3 millones de Moderna). Les sigue Pfizer, con la que se han notificado acontecimientos adversos en el 0,05% de los más de 33,4 millones de dosis que se han administrado. Por último, los 1,4 millones de pinchazos de Janssen han dado lugar a 720 notificaciones de efectos adversos, el 0,04% del total.