La pandemia de coronavirus ha golpeado a prácticamente todos los países del planeta. Uno de los más afectados es sin duda Perú, cuyo número de muertes se sitúa en 180.764 tras una revisión efectuada por el Gobierno. Esa cifra hace que se convierta en la nación con la tasa de mortalidad per cápita más alta, según los datos de la Universidad Johns Hopkins.

Hasta el domingo, las autoridades sanitarias peruanas habían notificado 69.342 decesos, en parte debido a la falta de pruebas que dificultaban confirmar si una persona había muerto debido al patógeno o por alguna otra causa. Antes de esa corrección de Perú, el país con más fallecimientos per cápita era Hungría, con alrededor de 300 por cada 100.000 personas. Ahora, el país andino eleva esa tasa hasta los 500.

Cambio de criterio

Violeta Bermúdez, primera ministra peruana, subrayó la necesidad de hacer esta rectificación: "Creemos que es nuestro deber hacer pública esta información actualizada". Por su parte, Óscar Ugarte, ministro de Salud, explicó que "lo que se dice es que un número importante de muertes no fueron catalogadas como causadas por COVID-19".

Ugarte puntualizó que anteriormente sólo se consideraba que habían muerto a causa del virus aquellos que recibieron una prueba de diagnóstico positiva, pero desde entonces se han incorporado otros criterios.

Mala situación

Las preguntas sobre el número de muertes en Perú surgieron poco después de comenzar la pandemia. Las escenas de cementerios llenándose con nuevos entierros y hospitales comprando contenedores refrigerados para actuar como morgues improvisadas sugirieron que la situación era mucho peor de lo que mostraban los datos oficiales.