CORONAVIRUS

Alarma en la India: la COVID-19 devasta el país

La pandemia está atacando fuertemente a la nación con récord mundial de contagios y números cada vez mayores de fallecidos. Horror en los hospitales.

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DANISH SIDDIQUI REUTERS

Estamos profundamente preocupados por el creciente número de casos y muertes en la India en este momento”, afirmó el pasado viernes Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y tienen motivos para estarlo. La segunda ola del coronavirus en el país está causando una crisis devastadora en todos los sentidos.

El Ministerio de Salud de India confirmó este viernes un nuevo récord mundial de contagios diarios, con 332.730. Una cifra que continúa una tendencia al alza, superando ya ampliamente los 16 millones de contagios totales desde el inicio de la pandemia. También se lamentaron 2.263 fallecidos por COVID-19, el máximo diario registrado hasta la fecha allí, alcanzando ya los 187.000 muertos totales.

Estos números se traducen en hospitales totalmente llenos, colapsados, con los suministros de oxígeno agotándose, personas que fallecen mientras esperan para ser atendidos por médicos, e incluso se piensa que se han ocultado víctimas y que el número real de muertos es todavía mayor.

¿Se están subestimado las víctimas?

Esta es la pregunta que se hacen muchos médicos y analistas, según publica en un extenso reportaje el New York Times. Según explican, aunque las cifras ya sean espectaculares, los expertos creen que realmente solo es una parte del alcance real que ha tenido la propagación del virus. El país está en estado de emergencia, totalmente asustado.

Las imágenes que reflejan esta devastadora situación son hogueras y crematorios en donde se incineran los cuerpos de fallecidos, que los analistas creen que realmente seguirán sucediéndose y que por allí pasan más personas de las que se dice. Incluso cuenta el medio que las familias podrían estar desligando muertes del COVID-19, creando mayor confusión. “Enfermedad, dolencia. Eso es lo que escribimos”, dice Suresh Bhai, un trabajador de un campo de cremación.

“De todos los modelos que hemos realizado, creemos que el número real de muertes es de dos a cinco veces mayor de lo que se informa”, explica Bhramar Mukherjee, epidemiólogo de la Universidad de Michigan que ha estado siguiendo de cerca a India, en el New York Times. “Muchas muertes no se registran y aumentan cada día”, añade también el Dr. GC Gautam, cardiólogo de Bhopal, de entre varios testimonios que recogen.

Caos y terror en los hospitales

Hace unos meses en la India se respiraba tranquilidad, aparentemente. Las cifras de casos y fallecidos no eran muy altas, y se dejaron de tomar muchas precauciones. Sin embargo, ahora el mensaje es diferente, es de terror y de auxilio. Muchos ciudadanos piden por redes sociales camas porque no queda espacio en los hospitales.

Según cuenta el medio estadounidense, en un hospital de Nueva Delhi, los médicos declararon recientemente 20 pacientes fallecidos en una unidad de cuidados intensivos porque bajó la presión del oxígeno a causa de la escasez en la ciudad.

Baja vacunación y el papel de una variante

También se señalan dos factores a tener en cuenta. Por un lado, el ritmo de vacunación. Se ha vacunado, con al menos una dosis, menos del 10% de la población, siendo encima el país el principal fabricante de vacunas del mundo, de manera que las exportaciones ya se han cerrado y muchas naciones verán reducido su cargamento.

Y en segundo lugar, preocupa que este aumento descontrolado provenga de una variante, la B.1.617, que contendría mutaciones genéticas difíciles de controlar, una que causó estragos en California y otra similar a la sudafricana. Por tanto, aunque no se tienen datos certeros sobre su incidencia, hay una gran preocupación por que la propagación sea cada vez más rápida y menos controlable.

“La situación en la India es un recordatorio devastador de lo que puede hacer este virus y de por qué debemos utilizar todas las herramientas para combatirlo con un enfoque global e integrado: medidas de salud pública, vacunas, pruebas diagnósticas y tratamientos”, señaló Tedros Adhanom Ghebreyesus.