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El príncipe Felipe de Edimburgo falleció el pasado vienes a la edad de 99 años, y una semana después, este sábado, tendrá lugar el funeral en la Capilla de San Jorge en Windsor, al oeste de Londres. Aunque se desearía un gran evento, por la pandemia se realizará un acto con aforo reducido y pocos asistentes.

El Palacio de Buckingham ya ha anunciado las 30 personas que acudirán al funeral el sábado, todos ellos familiares cercanos y amigos, respetando las tradiciones de un funeral real. “Son un reflejo de las afiliaciones militares del Duque y los elementos personales de la vida de Su Alteza Real”, dijo este jueves el portavoz del Palacio.

No faltarán, por ejemplo, los príncipes William y Harry, que caminarán detrás del ataúd junto a su padre Carlos y otros miembros de la familia real como parte de una procesión privada antes del funeral. El príncipe Carlos y su hermana, la princesa Ana, llevarán un Land Rover modificado para la ocasión con el ataúd.

Una celebración especial con algunas diferencias

De todos estos, solo unos pocos participarán en la procesión ya mencionada y previa al funeral, según recoge la CNN. Si bien la reina no participará, tras el coche irán inmediatamente los príncipes Edward y Andrew. William y Harry vendrán después, aunque su primo Peter Philips los separará de caminar juntos. Y detrás de ellos estarán los últimos miembros de la familia, el esposo de Ana, el vicealmirante Tim Laurence y el conde de Snowdon.

Será un acto parecido al funeral de la princesa Diana en 1997, por aquello de caminar detrás del ataúd, pero será muy diferente por la situación sanitaria. Todos tendrán que ir con mascarilla y manteniendo las medidas de seguridad. Será un funeral ceremonial, no un evento estatal, dentro del Castillo de Windsor y sin participación pública.

Se romperá con la tradición en cuanto a la ropa, ya que los miembros de la familia real no se vestirán con uniforme militar y en su lugar usarán abrigos o vestidos con medallas. Hay algún miembro de la lista, como el príncipe Andrew que se retiró de sus deberes reales por su relación con Jeffrey Epstein o el príncipe Harry que perdió recientemente sus títulos militares honorarios cuando renunció, que estaba mal visto que llevaran uniforme y esto evita cualquier polémica.

Aunque no puedan ir más personalidades, más de 700 efectivos de las Fuerzas Armadas de la Royal Navy, Royal Marines, el Ejército Británico y la Royal Air Force brindarán apoyo ceremonial, y se han recibido miles de mensajes de apoyo y cariño de todo el mundo.